Inseguridad ciudadana

Santiago, 13 de Abril de 2005

La calle en que vivo solía ser tranquila y un buen ejemplo de la quietud de un barrio de clase media. Hace poco entraron a robar a mi vecino de enfrente, cosa que ya había sucedido en mi hogar hacía algún tiempo durante una apacible tarde en que mi casa quedó sola. Hace solo pocos días, también robaron a mi vecino de al lado, aprovechando algunas horas en que se había alejado del hogar. Actuaron con total impunidad, a la luz del día, y con ello ratificaron nuevamente que el barrio en que vivo es inseguro y está en manos de delincuentes que no sólo rayan los muros, sino también roban y asaltan, además de cometer fechorías como el destrozo de un neumático a cuchillazos o el robo a vehículos estacionados. Es cierto, carabineros hace un gran esfuerzo y ronda permanentemente; pero parecen estar superados por los felones que se sienten más seguros al no existir recursos suficientes para detenerlos y mantenerlos en la cárcel. Parece que una mayoría grande de chilenos estamos igual de desprotegidos. Como no somos autoridad política, no se investiga con prioridad nada que nos pase, ni tenemos tampoco el privilegio de carabineros de punto fijo, como hace tiempo disfrutan autoridades y ex autoridades.

No es justo arriesgar a familias amenazadas por los delincuentes. Es necesario que se haga algo más que comentar encuestas sobre la situación de denuncias y delitos. No hay día en que no se reporte un hecho de graves connotaciones delictuales; son muchos más si se consideran las denuncias de hechos considerados ya "normales", y los otros muchos que ya ni siquiera se denuncian. Aunque baje el desempleo, los que se adentraron en el mundo del delito no saldrán de él, por lo que persistirá este problema por mucho tiempo, requiriendo de nuestras autoridades una preocupación mayor que la simple estética declaratoria.

 

Compartir:
https://uchile.cl/u7639
Copiar