Investigación científica y tecnológica
Santiago, 15 de Junio de 2005
La innovación tecnológica es un factor de indudable importancia para crear ventajas comparativas en la producción. Es, por lo mismo, un elemento de perentoria importancia en el éxito comercial de los países, en la construcción de una exitosa estrategia de inserción comparativa. La experiencia de los países asiáticos, tanto aquellos de reciente industrialización como también los en vigoroso actual proceso de desarrollo, enseña que la investigación científica y tecnológica constituye una clave de importancia para desarrollar adecuadas aplicaciones productivas, y que la "copia" tecnológica no es suficiente para crear la ventaja comparativa que se busca. Por eso mismo, la inversión en investigación científica y tecnológica como porcentaje del producto alcanza a cerca de 3,0% en los países industriales, y por ello ha probado ser anticíclica en el caso de economías orientales. Se la observa como un factor crucial para utilizar adecuadamente los recursos básicos y sostener un alto crecimiento económico.
Elevar el gasto en investigación es fundamental para Chile en sus ambiciones de crecer sin fundamentar el proceso en la ventaja de corto plazo que proveen los recursos naturales y la mano de obra barata. Pero hay prerrequisitos para que esta inversión sea más efectiva. Primero, que promueva la competencia por proyectos de duración de mediano a largo plazo que se sometan a revisión de resultados y procesos y que concentren equipos multidisciplinarios. Segundo, que se favorezca a los proyectos vinculados con la realidad productiva y social y a los que radiquen en el ámbito regional, promoviendo para ello todas las asociaciones académicas posibles. Tercero, que para su mayor efectividad, la gestión superior radique en una Conicyt que sea una Oficina Presidencial con rango de Ministerio. El aumento de la inversión en ciencia y tecnología del actual 0,7% a 1,5% del PIB en el corto plazo es posible, sobre la base de un impuesto a los recursos mineros exportados, que dejan así en el país un pago que proteja la sostenibilidad económica de las futuras generaciones. Pero no es sólo materia de mayores montos, sino que también un problema atingente a los instrumentos y al diseño de políticas propicias para profundizar la calidad y pertinencia de un sistema de investigación con que Chile ya cuenta.