Opciones de financiamiento

Santiago, 06 de Julio de 2005

Hay que diferenciar el problema del financiamiento universitario de aquél vinculado al financiamiento estudiantil. El primero se refiere a la forma en que las universidades allegan recursos para pagar sus costos por la producción de investigación y creación, así como en el contexto de la docencia de pre y posgrado. El tema del financiamiento estudiantil que se debate año tras año, entra como parte de la necesidad de cubrir los costos de la docencia de pregrado. Las universidades públicas, en todas partes del mundo, tienen financiamiento del Estado para llevar a cabo su trabajo basal de investigación, creación y docencia. Esta última, sin embargo, se financia en distintas proporciones por parte del sector privado, que concurre a cubrir el costo de la docencia. Hay países en que el costo es cubierto en alta proporción por los estudiantes, mientras que en otros países dicho costo es absorbido por el Estado, que financia en forma importante a la universidad pública. Dado que las universidades privadas generan ganancias destinadas a la inversión y al pago de los agentes financistas, el Estado puede apoyar a los estudiantes por razones sociales, provisto que su desempeño cubra una necesidad del punto de vista del país. Un arancel diferenciado para los más pobres, tanto en entidades públicas como privadas, de acuerdo al cual aquellos en mayor necesidad no paguen por sus estudios, así como un grado de subsidio a los estudiantes para pagar su arancel con un crédito, son opciones que dependen de los recursos públicos.

En Chile se financia de manera inadecuada a la investigación, con niveles de inversión en ciencia y tecnología de alrededor de un tercio de aquél observado en los países con los cuales el nuestro quiere intregrarse exitosamente. Asimismo, se está subfinanciando los posgrados, nivel que es fundamental para alcanzar una mayor interrelación entre investigación y actividad productiva, como en las aplicaciones que el conocimiento nuevo ha de tener en el ámbito social. Solamente estas dos necesidades representan cerca de 2 puntos del PIB. Un arancel diferenciado para estudios universitarios representa poco más de medio punto del PIB como necesidad anual, una cantidad superior al propio Fondo Solidario prevaleciente. El país tiene que tomar una decisión estructural a este respecto: cual es el grado de subsidio para permitir que existe un sistema universitario eficaz en la producción de investigación y posgrado, y cual es el mejor mecanismo de subsidio para los estudios universitarios. Ello requiere eventuales reformas tributarias, y es importante que se diga cuál es la realidad política acerca de la misma.

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