El éxito de un tigre

Santiago, 20 de Julio de 2005

La economía de Singapore es una historia que vale la pena contar para poder aprender. Su éxito es por demás conocido, especialmente por tratarse de uno de los cuatro tigres (junto a Corea, Hong Kong y Taiwán) cuyo caso dominó a la literatura económica sobre desarrollo en la década de 1890. La orientación a las exportaciones, la gestación de políticas destinadas a construir una sólida base de ahorro interno, la desregulación y apertura de los mercados que sirvió para atraer una significativa inversión externa, la consecución de un firme equilibrio macroeconómico, todo eso se tradujo en crecimiento sostenido, la obtención de un alto ingreso per cápita y la existencia de un bienestar que alcanza a todos los sectores de la población. Un país pequeño con gran dinámica y visión del mundo, así es Singapore visto hoy en la realidad asiática y mundial; un gran ejemplo a seguir en materia de política económica y de buenos resultados sociales.

Uno de los factores de mayor incidencia en este éxito ha sido la labor conductora del Estado, en cuyo contexto se tomaron decisiones de gran importancia para la implementación de una visión estratégica de país. Aquí hay una fórmula cuya lectura es importante y conveniente, toda vez que el Estado es visto, en muchos otros casos, como algo casi opuesto a los buenos resultados económicos. Con responsabilidad, claro énfasis en los aspectos sociales más cruciales, y un sentido estratégico de gran alcance, se logró complementar adecuadamente al mercado y sus tradicionales resultados asignativos. En este contexto, las políticas educacionales cumplieron un rol significativo para que la pequeña economía recién independizada pudiese alcanzar un estándar productivo y distributivo de gran nivel e importancia. En materia de políticas de orientación y guía, como asimismo por medio del importante gasto en educación e investigación (que equivale más o menos a cuatro veces lo que se lleva a cabo en Chile como porcentaje del PIB) se ha logrado construir una economía que potencia el recurso humano y desde donde emerge conocimiento nuevo capaz de asegurar el desarrollo futuro de las exportaciones. El éxito de este tigre, que se repite en el caso de muchas otras economías asiáticas; es una fuente para aprender por parte de los países atrasados.

Compartir:
https://uchile.cl/u8267
Copiar