Investigación, docencia, extensión y gestión

U. de Chile avanza tras el desafío de transformarse en una universidad sustentable

U. de Chile: el desafío de convertirse en una universidad sustentable
Lorna Lares y Fernanda Cabañas, presidenta y secretaria ejecutiva del Comité de Sustentabilidad, respectivamente.
Lorna Lares y Fernanda Cabañas, presidenta y secretaria ejecutiva del Comité de Sustentabilidad, respectivamente.
Lograr contar con campus sustentable son uno de los grandes desafíos que enfrenta la U. de Chile para los próximos años.
Lograr contar con campus sustentable son uno de los grandes desafíos que enfrenta la U. de Chile para los próximos años.
El Comité de Sustentabilidad busca agrupar y coordinar las diversas iniciativas en sustentabilidad en que trabajan las unidades de nuestro plantel.
El Comité de Sustentabilidad busca agrupar y coordinar las diversas iniciativas en sustentabilidad en que trabajan las unidades de nuestro plantel.

Alojado en la Vicerrectoría de Asuntos Estudiantiles y Comunitarios (VAEC), el Comité de Sustentabilidad creado formalmente en 2018 –dos años después que nuestro plantel ratificara su Política de Sustentabilidad emanada del Senado Universitario–, busca transformar a la Casa de Bello en una universidad sustentable. Con ese desafío en las manos, el trabajo de Fernanda Cabañas, recientemente incorporada secretaria ejecutiva, y Lorna Lares, académica de la Facultad de Arquitectura y Urbanismo y presidenta del Comité, estuvo enfocado en 2019 a generar las estructuras y trazar los desafíos que vienen por delante.

Como punto de partida, este Comité -conformado por representantes de los académicos, funcionarios y estudiantes- busca coordinar todas las acciones, iniciativas, programas y unidades que están trabajando en temas de sustentabilidad, medioambiente y cambio climático. “Buscamos ser una plataforma que releve todo el trabajo en el área de investigación, extensión, docencia y gestión de campus que se hace en materia de sustentabilidad”, destacó Lorna Lares, quien detalló que con ese objetivo este año lograron que cada unidad académica del plantel nombrara un encargado de sustentabilidad, con el fin de poder conformar un espacio de colaboración y trabajo común.

Si bien en la U. de Chile, sus diversas unidades trabajan en proyectos, iniciativas y prácticas sustentables –entre las que destacan el Centro de Ciencia del Clima y la Resiliencia (CR)2, el Centro de Energía, el Centro de Derecho Ambiental, la Red de Pobreza Energética, la FAU Sustentable, la Oficina de Ingeniería para la Sustentabilidad de Beauchef, el Desafío Cero Papel y Eco FEN, entre otras–, avanzar en una hoja de ruta común para lograr una gran transformación, se levanta hoy como un desafío mayor.

¿Qué entendemos por una universidad sustentable? “Que en todo su quehacer en la Universidad permeen las aristas o los ámbitos de la sustentabilidad tanto social, económica o ambiental, y eso se ve reflejado en el perfil de egreso de los estudiantes, en la docencia, en la investigación, en los incentivos para la investigación en materia de cambio climático, medioambiente”, afirmó Lorna Lares.

Este desafío, agregó Fernanda Cabañas, es estratégico realizarlo hoy al interior de este espacio. “Acá en la Universidad de Chile tú estás formando líderes, que van a estar en cada uno de los rincones del desarrollo del país”, señaló.

Campus sustentables

El próximo mes de marzo el Comité de Sustentabilidad tendrá una jornada para definir el trabajo que las diversas unidades de nuestro plantel enfrentarán este 2020. En ese espacio la discusión sobre la idea de campus sustentable será sin duda un punto clave.

Desde 2018 la U. de Chile es parte de la Red de Universidades Sustentables, asociación de instituciones de educación superior y profesionales dedicadas a la promoción de la sustentabilidad en la educación superior. Y cuando hablamos de transitar hacia campus sustentable, lo que se propone es lograr una educación para la sustentabilidad; gestión de campus y buenas prácticas; vinculación con el medio; e investigación en sustentabilidad, el cuidado del medio ambiente y la biodiversidad.

Dentro de la conversación que se espera plantear en marzo, el Comité ya ha delineado algunas prácticas en las que la Universidad podría avanzar en sus diversas unidades. Algunas de ellas consisten en la instalación de fuentes de agua propia para abastecer a la comunidad, evitando el uso de botellas desechables; manejo de residuos; disminución de plásticos y uso de papel; eficiencia enérgita; entre otras acciones.  

En este momento, dentro de la Universidad, la Facultad de Economía y Negocios es la única que cuenta con la certificación de sustentabilidad. En camino a la certificación está la Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas (FCFM). El desafío es que más campus y facultades avancen en este sentido y que la U. de Chile logre generar un macro sello de sustentatibilidad.

“Si nosotros logramos una macro competencia de sustentabilidad como sello, los perfiles y las mallas deberían adaptarse y asumir en cada una de sus especialidades y realidades cómo pueden incorporar esa competencia”, explicó la profesora Lares.

Carbono neutralidad

Pese a que la COP25 no se realizó finalmente en nuestro país en 2019, el rol de Chile como anfitrión del encuentro y la participación de diversos académicos de nuestro plantel en esta instancia –entre ellos la directora del CR2, Maisa Rojas, quien fue coordinadora científica de la cumbre–, llevó a que la Casa de Bello asumiera nuevos compromisos respecto al tema medioambiental. Entre ellos, el más relevante es poder alcanzar la carbono neutralidad para el 2050.   

"Lo primero que hay que hacer es cuantificar las emisiones de gases de efecto invernadero de la Universidad. En ese sentido existen tres alcances: el primero serían las emisiones que se producen con fuentes propias de la Universidad, como las emisiones de las calderas, los transportes que se hacen con medios de movilización interno del plantel, etc. El segundo alcance corresponde al consumo eléctrico del plantel y la generación de vapores, estas emisiones ocurren fuera de la Universidad y también tiene una huella de carbono. Por último, tendríamos que ver la huella de carbono que se produce indirectamente por las actividades de la universidad, y que generalmente están concentradas en el transporte, por ejemplo, de quienes venimos a la universidad, transporte de residuos, aéreo, etc.”, detalló Fernanda Cabañas.

Luego de cuantificada nuestra huella de carbono, el siguiente paso es planificar cómo la abarcamos. Levantar campañas de mitigación de emisiones al interior de la universidad como la eficiencia energética para luminaria y calefacción y la promoción del transporte limpio, serían algunos hitos a generar.  

“Una vez que hemos reducido la huella de carbono debemos cuantificar lo que nos queda de diferencia para llegar a la neutralidad y cómo lo abarcamos. Eso puede ser con proyectos como una plantatón, que tienen asociado absorber los gases de efecto invernadero, lo que se traduce en carbono negativo, o tenemos también la posibilidad de comprar bonos de carbono”, señaló la secretaria ejecutiva del Comité.

Con todo, este 2020 se levanta como un año de concretar importantes avances para esta nueva instancia de la U. de Chile. “Uno de nuestros objetivos para el primer semestre de este año académico es identificar a todos los actores e iniciativas para confirmar una red de acciones cooperativas y visibilizar todo lo que estamos haciendo para poder conectarnos. Así también ahorramos recursos y somos más eficientes en el trabajo que podemos hacer”, concluyó Lorna Lares quien enfatizó: “Tenemos que cambiar la mentalidad y saber que la sustentabilidad no es un gasto sino una inversión y no es una inversión solamente monetaria sino de una cultura sustentable”.