Coronavirus

Incertidumbre: el denominador común en la economía mundial

Incertidumbre: el denominador común en la economía mundial
La crisis sanitaria producto del COVID-19 ha golpeado fuertemente la economía mundial, amenazando con una recesión global.
La crisis sanitaria producto del COVID-19 ha golpeado fuertemente la economía mundial, amenazando con una recesión global.
Uno de los factores que más preocupan es el aumento del desempleo, tanto en las principales economías como en países como Chile.
Uno de los factores que más preocupan es el aumento del desempleo, tanto en las principales economías como en países como Chile.
El profesor Felipe Muñoz, del IEI, explicó que aunque hay señales de cierta reactivación en algunas economías asiáticas, la situación en EE.UU. y Europa mantiene la amenaza de una crisis más profunda.
El profesor Felipe Muñoz, del IEI, explicó que aunque hay señales de cierta reactivación en algunas economías asiáticas, la situación en EE.UU. y Europa mantiene la amenaza de una crisis más profunda.
Para el profesor José Luis Ruiz, de la FEN, si bien el gobierno está tomando medidas importantes, el que aún se desconozca la profundidad de la crisis puede hacer que todas ellas sean insuficientes.
Para el profesor José Luis Ruiz, de la FEN, si bien el gobierno está tomando medidas importantes, el que aún se desconozca la profundidad de la crisis puede hacer que todas ellas sean insuficientes.

La fuerte caída de los fondos previsionales de los trabajadores chilenos, y el gigantesco plan de rescate aprobado por el Congreso estadounidense para intentar contener una cada vez más probable recesión económica son dos expresiones de una crisis que ha generado temor e incertidumbre en todo el mundo.

Si bien los últimos día se han visto algunas señales de reactivación en las economías asiáticas más afectadas por la expansión del COVID-19, como la República Popular China o Corea del Sur, los expertos alertan que hay que ser cautelosos a la hora de sacar conclusiones apresuradas.

Así lo expresó el economista Felipe Muñoz, académico del Instituto de Estudios Internacionales, ya que "esta normalidad es atípica, la situación de interconexión de las cadenas de suministros, mercados y consumidores finales se mantiene tambaleando, y si bien vuelven de a poco a producir, tampoco tienen mercados para sus productos".

Esto ya que el profesor Muñoz recordó que la situación en Europa continúa crítica debido a los eventos en Italia, España y Francia, al igual que en Estados Unidos e incluso en países de Latinoamérica, por lo que difícilmente se puede pensar en un retorno a la situación previa a la emergencia sanitaria.

En la misma línea, el profesor José Luis Ruiz, de la Facultad de Economía y Negocios, afirmó que "en el actual escenario vamos casi seguro a una recesión mundial, entendida como dos trimestres consecutivos en los que el producto experimenta caída, ya que tal como informó hoy el encargado del Fondo Monetario Internacional los resultados preliminares de este trimestre son negativos, y los del cierre del año pasado también lo fueron".

Con la sombra de la crisis cada vez más cercana, una de las caras más dramáticas de la incertidumbre mundial ha sido la inestabilidad de los mercados bursátil y cambiario, que han sufrido fuertes variaciones durante las últimas semanas, con caídas muy extremas y alzas explosivas tras el anuncio del mayor rescate económico de la historia de Estados Unidos.

Al respecto el profesor Ruiz destacó que las cifras aprobadas por el Congreso de EE.UU. fueron una muy potente señal hacia los mercados de capitales, que esperan evidencia de que "las autoridades no dejarán que la actividad decaiga, como puede ser bajar las tasas o medidas proempleos. En este sentido el paquete económico fue muy bien tomado por los mercados de capitales, al día siguiente el Dow Jones subió como un 11 por ciento, pero se monitorea muy de cerca el empleo, que muestra desaceleración".

En este sentido, si bien el paquete aprobado puede ser un importante paliativo, "puede que no sea suficiente, ya que estamos en una crisis nueva, global, y el riesgo y la incertidumbre están muy presentes lo que desincentiva que las empresas inviertan o que las personas consuman", remarcó Ruiz.

Por su parte para el académico del IEI es relevante tomar en consideración que las bolsas como instrumentos son particularmente reactivos a los estados de ánimo de cada día, por lo que resulta difícil prever el impacto final que pueda tener la crisis en este nivel. En su opinión resulta más relevante ver lo que sucede en algunas industrias específicas que se han visto más impactadas, como el turismo y el transporte, que sufren una fuerte presión debido al cierre de fronteras y el llamado a las personas a no moverse de sus casas y países.

"Es muy probable que veamos quiebras o rescate de compañías en líneas aéreas, agencias de viaje, tour operadores y otros", aunque también la reconversión o reinversión de otras áreas como el retail, la distribución de bienes o la educación, donde los canales online han servido como medio para contener la crisis.

Impacto en Chile

Una de las constantes debilidades de nuestra economía es su dependencia del sector externo, y en particular de la fluctuación del precio de las materias primas que exportamos, como el cobre o productos agroindustriales, por lo que una crisis como la actual afecta de manera importante al país.

Aunque para Muñoz esto no es particularmente diferente a lo que se vivió en situaciones previas como la crisis asiática, "en otras ocasiones hemos podido recurrir a la demanda china, o hemos diversificado nuestra canasta exportadora hacia la Unión Europea. Ahora no tenemos ese comodín, dado que la pandemia es mundial". 

Consultado sobre la situación de las pequeñas y medianas empresas de nuestro país para resistir un cierre de dos semanas o un mes sin ingresos o actividad reducida, el académico recordó que muchas ya venían con un equilibrio precario desde el estallido social, por lo que será clave el apoyo que puedan tener del Estado.

"La cantidad de personas que están auto-empleadas y que no pueden ejercer sus labores es muy grande, no son muchas las empresas que pueden cambiarse al teletrabajo, y poco a poco vamos a empezar a ver, sobre todo si las medidas se extienden en tiempo y geográficamente, que muchas personas y empresas no van a tener capacidad de funcionar sin tener ventas", advirtió.

Respecto a las medidas que se han tomado para aliviar la presión sobre PYMES y autoempleados, el profesor Ruiz reiteró que si bien se están tomando medidas contundentes, "al igual que en el resto del mundo al no tenerse noción aún de la profundidad de la crisis, cualquier esfuerzo que se haga ahora puede que no sea suficiente".

Para el académico de la FEN uno de los principales desafíos es poder entregarle cobertura al sector informal, ya que no se cuenta con datos e información al respecto. En ese sentido, un actor clave serán en su opinión los municipios, que pueden recabar información sobre lo que sucede en las comunidades locales de manera de contar con una base para generar políticas públicas en esa dirección.

"Yo creo que se debe ser responsable en el largo plazo pero en esta coyuntura hay que salirse un poquito de las reglas y hay que tratar de sostener a las personas que están sufriendo más las consecuencias de esto, porque la economía no está funcionando normalmente y se requiere que el Estado eche mano al bolsillo, y si no tiene los recursos si tiene capacidad de endeudamiento, puede recurrir a los fondos soberanos, como el Fondo de Estabilización Económico Social, esta es una crisis que puede abarcar el uso de esos fondos", remarcó.

Finalmente, respecto a las pérdidas sufridas por los fondos de pensiones, el profesor Ruiz destacó que la actual crisis se visualiza como una de las más importantes desde que se tiene registro, por lo que se tiene que llamar a la cautela a las personas. "Lo que ha sucedido es que los activos financieros hoy valen menos, por lo que conviene si ya se tuvo la baja de los fondos, esperar a que se produzca la recuperación, lo que podría darse en unos dos o tres años dada la profundidad de la crisis". 

Junto con ello el académico llamó a avanzar en educación financiera y previsional para la ciudadanía, y cautelar la estabilidad de los fondos de pensiones. "La gente joven por defecto es asignada al fondo B, por lo que quienes están en el fondo A se cambiaron voluntariamente, que si bien ha rentado bien a largo plazo tiene un alto riesgo en estas circunstancias. Tendría sentido que la gente tome esos riesgos con los fondos voluntarios, pero no con los obligatorios, tiene que planificarse mejor la gestión de estos ahorros", finalizó.