Alumni UChile:

Enfermera reanimadora alerta sobre la profunda crisis en salud mental provocada por la pandemia

Alumni: Enfermera alerta sobre crisis de salud mental por la pandemia
María Belén Escobar trabaja actualmente en el SAMU Metropolitano y ha tenido años complejos durante la pandemia por el COVID-19
María Belén Escobar trabaja actualmente en el SAMU Metropolitano y ha tenido años complejos durante la pandemia por el COVID-19
La enfermera egresada U. Chile ha tenido mucha actividad en las emergencias sanitarias durante la pandemia.
La enfermera egresada U. Chile ha tenido mucha actividad en las emergencias sanitarias durante la pandemia.
María Belén comenta que dentro de su rubro, existe un 70 por ciento de hombres y un 30 por ciento de mujeres, un porcentaje que espera que cambie a algo más paritario con el tiempo.
María Belén comenta que dentro de su rubro, existe un 70 por ciento de hombres y un 30 por ciento de mujeres, un porcentaje que espera que cambie a algo más paritario con el tiempo.

María Belén Escobar trabaja hace casi tres años en el SAMU Metropolitano, cumpliendo el sueño que quería alcanzar cuando egresó de la carrera de Enfermería en la Facultad de Medicina de la Universidad de Chile en 2012. Aunque se desempeñó cinco años en una clínica privada, para ella su verdadera vocación era ser parte del equipo de emergencia prehospitalario. Aquí puede compartir en primera persona con los pacientes y sus familias, buscando mediar, de la manera más amena posible, el difícil proceso hospitalario que deberán vivir ante una posible enfermedad.

Pese a eso, la egresada U. Chile cuenta que los momentos más complejos que ha tenido que vivir en cuanto al contacto directo con sus pacientes han sido durante la pandemia. Ante la imposibilidad de trasladar a familiares en la ambulancia durante los momentos más álgidos del COVID-19, la situación de pedirle a seres queridos que se despidan, por si era la última vez que se veían, afectó mucho el día a día de su trabajo y también el de miles de personas que han tenido que atender desde el inicio de la propagación del coronavirus.

"Me tocó el tema de ir a buscar a la gente, sacarla de su casa y tú te llevabas al paciente mal y tenías que decirles, ‘pucha despídanse porque no sabemos lo que va a pasar’. A veces había que llevarse a ambos papás y dejar a los niños con la vecina, porque uno se llevaba pacientes a veces bien, pero sabías que cuando llegaras al hospital los iban a poner en tubo igual porque estaban aguantando. Entonces, emocionalmente fue muy fuerte", comienza diciendo María Belén.

Junto a lo anterior, la reanimadora del SAMU Metropolitano aclara que, desde su perspectiva, tras la pandemia “el deterioro de la salud en Chile está muy alta. Tenemos muchos suicidios, la gente está muy prepotente, muy ansiosa. Yo voy a muchos accidentes de tráfico y hoy la gente no aguanta nada. Le das un topón a alguien y al final pasa que no llegas por el accidente, sino que porque se pusieron a pelear y se dieron hasta que no pudieron más. Está todo muy tenso en el ambiente. En las casas, todos muy depresivos".

"El SAMU no es una ambulancia psiquiátrica hoy en día. Tenemos medicamentos para calmar, pero lo básico, nada especial. Entonces, finalmente los cedamos y enviamos al servicio de urgencia, porque los hospitales psiquiátricos no tienen urgencia y no los aceptan si primero no fue evaluado por un médico. Además, la gente trabajadora de salud mental está muy botada y no sabe qué hacer. Los Centros de Salud Mental Primarios están colapsados, no tienen resolutividad. Es un tema bien grande y nadie sabe bien qué hacer”, agrega.

Recursos y foco a salud mental a futuro

En medio de un ambiente post-pandémico y de cambios políticos-sociales en Chile, María Belén cree que hay que poner foco a que cualquier política pública nueva debe venir con una inyección monetaria, porque -según relata- “los recursos para salud son muy pocos. En pandemia se recibió recursos a goteo y en el fin de la pandemia quitaron todo. El boom de personal que tuvimos, y que arregló el sistema de salud, se sacó porque se acabaron los recursos. Se sacó ese personal y al día siguiente vimos las urgencias colapsadas todo de nuevo. Tenemos 40 ambulancias para toda la Región Metropolitana, cubriendo desde Melipilla a Colina a Curacaví y San José de Maipo. Eso no da abasto”.

Además de su preocupación por el sistema prehospitalario, cree que la mayor inversión a futuro en salud debe ser en salud mental. “Hay que centrarlo en eso. Algo para que se pueda abrir la psiquiatría a nivel de hospitales, y no solo en centros psiquiátricos, sino que esas personas sean tratadas en urgencias. Nosotros usamos muchos recursos para llevar de hospital a hospital a pacientes para que les haga una evaluación un neurólogo, por ejemplo, y lo evalúe para después devolverlo a otro hospital. Imagina cómo se descompensan en esos trayectos. Los hospitales están a medias y creo que tienen que ser completos, tienen que tener todas sus especialidades para dar una salud digna”, concluyó.

Ante cualquier emergencia en casa o vía pública, tales como accidentes de tránsito, heridas por peleas, caídas, dolores torácicos, inconsciencia o agitaciones, recuerde llamar y contactar lo más pronto posible al 131 del SAMU Metropolitano.