Editorial

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El proyecto CORFO “Ingeniería 2030”, del cual nuestra Facultad es parte, y existiendo recursos adjudicados para proyectar el desarrollo institucional en miras al largo plazo, es una iniciativa con un potencial tremendo. Este puede sentar las bases del proyecto de Facultad que a toda la comunidad nos gustaría plantearle al país como un medio para hacernos cargo de los desafíos que enfrentarán las Ciencias y la Ingeniería en el futuro. Sin embargo, la iniciativa ya se encuentra a medio camino en su diseño y ejecución. Por ejemplo, la armonización curricular ya fue aprobada en los Consejos de Escuela de pregrado y posgrado y si bien, a ratos, se ha invitado a participar al estamento estudiantil mediante reuniones esporádicas, lo cierto es que creemos que hay mucho que avanzar aún para lograr hacer de éste un ejercicio que convoque a la comunidad.

Como sea,  el trabajo debe continuar y debemos lograr traspasar parte de la responsabilidad del diseño a aquellos órganos en los que participamos y que cumplen ese rol precisamente. Por ejemplo, los Comités Técnicos Docentes podrían evaluar y proponer las modificaciones necesarias para los cursos de Introducción a la Ingeniería, taller de proyecto, entre otros. Suena fuertemente, también, la innovación en las metodologías y prácticas docentes, impulsado en primera instancia por el desaparecido Área de Desarrollo Docente (ADD), y que hoy continúa el Área de Aprendizaje de Ingeniería y Ciencias (A2IC). Destacamos que si bien existe una tensión a enfocar los esfuerzos hacia el estudiantado, el trabajo del equipo que conformó el ADD y hoy el A2IC, ha logrado aportar en mejorar la docencia en general.

Nuestra vocación siempre será la de aportar, construir y promover cambios, más allá de las experiencias previas, y si hoy hay una voluntad renovada de incluir a la comunidad en este proceso, redoblaremos esfuerzos para hacer de la FCFM un espacio capaz de enfrentar los desafíos que nos depara el futuro. Consideremos mejores prácticas y metodologías docentes, condiciones laborales y de estudio óptimas, y sobre todo la capacidad de estar en constante reinvención y modernización. Nos ha crecido la desconfianza, es cierto, pero esperamos que luego de 3 años logremos aprender a trabajar por objetivos que ciertamente son comunes.

Centro de Estudiantes de Ingeniería

Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas 

Universidad de Chile