Reportaje:

Víctor Jara, hijo de Bello

Víctor Jara, hijo de Bello
Víctor Jara formó parte de una generación teatral que destacó por ser muy activa.
Víctor Jara formó parte de una generación teatral que destacó por ser muy activa.
Víctor Jara y Alejandro Sieveking consolidaron una dupla teatral por esos años.
Víctor Jara y Alejandro Sieveking consolidaron una dupla teatral por esos años.
Dirigió cuatro montajes, destacándose particularmente su versión de Ánimas de día claro de Sieveking.
Dirigió cuatro montajes, destacándose particularmente su versión de Ánimas de día claro de Sieveking.

Era 1956 y la entonces Escuela de Teatro de la Universidad de Chile realizaba el proceso de selección para la carrera de Actuación. Los maestros encargados de tomar exámenes a los aspirantes a actores eran ni más ni menos que Domingo Tessier, Pedro de la Barra, Agustín Siré, Pedro Orthous y Jorge Lillo, notables figuras de la historia de las artes escénicas de nuestro país.

Entre los interesados en ingresar a la Escuela se encontraba un joven llamado Víctor Jara, quien se enfrentó a esta comisión con experiencia relacionada con la música y el canto más que con la actuación propiamente tal.  Su paso por el coro del seminario de los Redentoristas de San Bernardo, el Coro Universitario de la Universidad de Chile y por  la Compañía de Mimos de Enrique Noisvander le permitieron mostrar habilidades que la comisión consideró interesantes y que determinaron su aceptación en la carrera.

Así, Víctor Jara formó parte de una generación que destacó por ser muy activa. Alejandro Sieveking, Ruth Baltra, Lucho Barahona, Carmen Barros, Miriam Benovich,  Jaime Silva, Sergio Urrutia, Jaime Vadell y Tomás Vidiella, entre otros, fueron sus compañeros durante los tres años de formación.

El actor Gabriel Sepúlveda,  en su libro Víctor Jara, su vida y el teatro, lanzado en el Teatro Nacional Chileno (TNCH), relata que esa generación manifestaba enormes ansias creativas. Así, estando en primer año organizan el Festival Interno de Estudiantes, el que tenía por finalidad la creación y puesta en escena de obras. Este evento tuvo una importancia tal que en sus siguientes ediciones se amplió la convocatoria, permitiendo la participación de las demás universidades.

Durante esos años, Jara y Sieveking se consolidan como una dupla de trabajo. El dramaturgo indicó que "mis obras sin la dirección de Víctor no funcionaban. Teníamos una afinidad gracias a la cual no era necesario explicarnos nada. En cambio, a otros directores tenía que explicarles cosas que eran elementales para mí". Ambos son invitados a ser parte de los montajes profesionales del TNCH, como actores secundarios. Participan de El sombrero de paja de Italia que dirigió Orthous y Las de Caín dirigida por Pedro de la Barra. "No nos pagaban por eso. Nos daban un sándwich cuando teníamos dos funciones, pero nosotros estábamos enloquecidos de felicidad por poder trabajar", dijo Sieveking en el texto.

Reestructuraciones administrativas los obligaron a sumar un año más a su carrera, el que estuvo dedicado a la realización de una práctica profesional. Se reúnen en torno al nombre Compañía de la Escuela y con esa denominación, y apoyados por la actriz Bélgica Castro, se embarcan en un proyecto de creación que tendrá una temporada en la Sala Antonio Varas. Sin embargo, son innumerables los inconvenientes que enfrentan en el proceso, hasta que Sieveking decide escribir una pieza exclusivamente para el grupo. El montaje se tituló Parecido a la felicidad y terminó siendo dirigida por Jara.

Tuvieron una excelente recepción del público. "Completaron doce funciones a tablero vuelto: un éxito sin precedentes, pues hasta el momento el Antonio Varas estaba exclusivamente reservado para montajes profesionales del instituto y, como mucho, para exámenes de la escuela", comentó el autor.  Posteriormente, el montaje recorrió el sur del país en una gira en el Vagón Cultural de Ferrocarriles del Estado. El viaje les permitió llegar a públicos que jamás habían visto teatro, como los obreros de la CAP o mineros de Lota.

Egresan ese año, pero Víctor Jara decide continuar sus estudios, esta vez en el programa de dirección teatral que ofrecía la misma universidad. Durante ese período dirigió cuatro montajes, destacándose particularmente su versión de Ánimas de día claro de Sieveking. La obra llenó de elogios a Jara y el equipo directivo del TNCH decide incluirla como parte de la temporada del año siguiente, pero con elenco profesional.

Mientras la propuesta se presenta por el país, Víctor comienza a trabajar fuera de la Universidad de Chile.  Mantendrá esta doble labor, fuera y dentro de la casa de Bello, por varios años estrenando con éxito Los invasores, La maña (dirigiendo al Ictus), La remolienda y Viet Rock

Interrumpe por unos meses sus quehaceres en Chile y parte rumbo a Inglaterra, gracias a una beca British Council que le permite participar y asistir a numerosos espectáculos teatrales.

Es 1969 y Víctor Jara concluye su relación con la Universidad de Chile, pues deja de desempeñarse como docente y como director para abocarse a labores políticas en apoyo al proyecto de la Unidad Popular. El triunfo de Allende lo convierte, junto a otros artistas, en Embajador Cultural del Gobierno Popular. Debe llevar el patrimonio artístico del país a lugares como México, Cuba, Costa Rica, Colombia, Panamá, la Unión Soviética e Inglaterra.  También dirige tres actos masivos con actores no profesionales en el Estadio Nacional.

Este sólido y público compromiso con la Unidad Popular hace que el 11 de septiembre de 1973 los ojos de los militares recaigan rápidamente en  Víctor Jara. Duda, pero esa mañana se dirige a la Universidad Técnica del Estado, donde el presidente anunciaría la realización de un plebiscito que resolviera la situación del país. En dicho recinto junto a estudiantes, académicos y militantes es tomado preso y trasladado al Estadio Chile, donde es golpeado y torturado. El 15 de septiembre lo llevan al Estadio Nacional. Al día siguiente es acribillado. Sólo en 1990 un informe de la Comisión Retting confirmó que Jara fue asesinado. Los autores del crimen, aún no responden.

Víctor Jara, su vida y el teatro

El libro de Gabriel Sepúlveda recoge testimonios e imágenes de los amigos y compañeros teatrales y musicales de Víctor Jara, permitiéndo a través de estos relatos dar cuenta de su quehacer teatral. El texto es editado por Ventana Abierta y es una edición de colección que se puede adquirir a través  de la web de editorial http://www.ventana-abierta.com/libro-victor-jara.php.

Ánimas en regiones

Tras abrir la temporada de este año del Teatro Nacional Chileno, el montaje Ánimas de día claro dirigido por Nelson Brodt se presentará durante octubre en la sexta y séptima región. Las primeras funciones se realizarán el 18 y 19 de octubre en el Teatro Municipal de Rancagua a las 20:30 horas. Posteriormente el elenco se traslada a Curicó, realizando una función gratuita en el colegio Alianza Francesa el 26 de octubre a las 20:00 horas.