Opinión:

¿El público como un consumidor de cultura o el espectador como sujeto-soporte de la experiencia artística?

¿Público como consumidor de cultura o como sujeto de la experiencia?
¿El público como un consumidor de cultura o el espectador como sujeto-soporte de la experiencia artística?
¿El público como un consumidor de cultura o el espectador como sujeto-soporte de la experiencia artística?

En una sociedad de mercado, como la nuestra, la relación entre oferta y demanda no se puede aplicar a las artes a menos que definiéramos el producto artístico como un  bien de consumo y no como un bien necesario para el desarrollo de las personas. Si la función del arte en la sociedad se puede medir desde esta doble mirada tendríamos entonces que reconocer dos estrategias diferentes -contrarias incluso- para enfrentar el tema de cómo seducir al espectador. ¿El público como un consumidor de cultura o el espectador como sujeto-soporte de la experiencia artística? 

Para instalar un producto en el mercado las empresas crean, a través de la propaganda y difusión, aspiraciones de consumo que significan millonarias campañas, aun cuando este producto no tenga ningún valor real para las personas. ¿Podemos establecer esta mirada de mercado desde la perspectiva del arte del teatro, que se produce en escala menor y que no aspira sólo a la multiplicación de sus seguidores sino que, y principalmente, a otorgarle un sentido más allá del llamado éxito de público?

Existe un bajísimo porcentaje de la población que declara asistir al teatro, a pesar que el número de espectáculos teatrales y de espectadores creció en 2012 en relación al año 2011, como se puede ver en El Informe Cultura y Tiempo Libre, editado por INE y CNCA. Este bajo porcentaje es crítico cuando nos referimos a regiones. En experiencias de giras por Chile con el Teatro Nacional Chileno (TNCH) han sido miles las personas que han declarado que ven teatro por primera vez.

Si fueran sólo cifras lo que necesitamos para identificar la salud del paciente, todo sería más fácil. Los números son optimistas pero no develan el impacto que esta multiplicación está ejerciendo en la comunidad: Fondart aún no ha logrado crear los instrumentos que permitan medir el impacto en el medio que solicita a los proyectos que concursan.

¿Está el teatro desarrollándose en el camino correcto? ¿Cómo hacer para que nuestros espectáculos sean más eficaces, ejerciendo un peso más significativo en nuestros espectadores? La eficacia dice relación con la posibilidad de incorporar el acontecimiento artístico como una experiencia que deja una huella y que como toda experiencia vital ya no se puede escapar de ella. El espectador que queremos crear no es sólo un consumidor de espectáculos, es un hombre, una mujer que ha incorporado a su vida un factor más de crecimiento y belleza. Es un hombre, una mujer que toma conciencia que para ser nuevos y libres deben educarse y que el teatro es un lugar al cual deben concurrir por una profunda necesidad de saber.

El TNCH en su carácter de teatro universitario ha definido desde sus orígenes,  su presencia en la sociedad como un teatro que hace propia la misión de educar y prestar servicio a la comunidad desde la más alta exigencia, rigor y calidad artística.