La “Remodelación San Borja” nació a fines de los años ‘60 como un proyecto habitacional para familias jóvenes de clase media, con torres de 20 pisos y amplias áreas verdes dispuestas para la comunidad. Idea emblemática del gobierno de Eduardo Frei Montalva, buscaba dar una respuesta a la presión demográfica a través de la Corporación de Mejoramiento Urbano (CORMU), e incluía una piscina, un jardín infantil, un complejo deportivo, pasarelas peatonales en altura conectando las torres y estacionamientos subterráneos.
Sin embargo, debido al golpe de Estado de 1973, el proyecto fue sólo implementado en algunas de sus fases, por lo que el sistema de pasarelas quedó inconexo y al menos la mitad de la infraestructura no se construyó. Con el paso del tiempo el barrio se ha deteriorado, perdiéndose buena parte de los espacios abiertos a manos de distintas construcciones privadas. Los habitantes han pasado a ser en su mayoría adultos mayores y estudiantes universitarios, quienes constituyen una población flotante con poco arraigo en las vicisitudes del sector.
Ante esa situación, los vecinos decidieron organizarse y a través de distintos espacios como juntas de vecinos, han impulsado diversas iniciativas para transformar el sector. Entre ellas destacan el proyecto “Parque Museo Humano San Borja” y “Pasarelas verdes”, que buscan potenciar espacios abiertos y de encuentro para la comunidad en general.
En el primero, la decana de la FAU, Profesora Marcela Pizzi, formó parte de la comisión evaluadora de las propuestas arquitectónicas para el Museo, que seleccionó a las 5 finalistas que deberán entregar un anteproyecto el 4 de noviembre próximo. El proyecto tendría un costo aproximado de mil millones de pesos que se busca sean aportados por el Gobierno Regional, y transformará el rostro del parque San Borja, de 2,4 hectáreas de extensión, gracias a las más de 200 esculturas de bronce que el artista chileno Mario Irarrázabal donó especialmente para la iniciativa.
En el caso del segundo proyecto, un grupo de estudiantes de esa misma facultad desarrollaron la propuesta de revitalizar las pasarelas del barrio San Borja, con el objetivo de recuperar un espacio abandonado para beneficio de la comunidad. Para Alejandro Masferrer, quien forma parte del grupo impulsor de la iniciativa, el objetivo es "generar una especie de plaza elevada para los vecinos de las torres alrededor de la Plaza Pedregal que funcione como una extensión del parque San Borja hacia Portugal. De esta manera, es posible "embellecer el espacio público al mismo tiempo que se da un uso recreacional a un espacio abandonado", dinamizando el lugar para que esté disponible para el uso de los vecinos.
Revalorizando el espacio colectivo
Para el académico de la Facultad de Arquitectura y Urbanismo, Rodrigo Toro, las iniciativas que buscan repotenciar el barrio en torno al Parque San Borja responden a la existencia de “actores interesados en cambiar la situación de deterioro del barrio”. Entre ellos se cuentan vecinos organizados de las diferentes torres, las universidades Católica y de Chile a través de programas de apoyo a los vecinos desde las facultades de Arquitectura y Economía, y dueños de negocios del sector, así como la municipalidad de Santiago.
En ese sentido, Toro destacó al Parque San Borja como un lugar “de mucho valor para la gente del sector, que busca construir su identidad, realizar actividades culturales y reapropiarse del lugar”. Además, el profesor de la Universidad de Chile enfatizó en que cree que el país está en “una situación de transición en donde se está revalorizando lo público y lo colectivo”, de manera que la gente estaría “asumiendo que el haber actuado de forma individual, encerrándose en su departamento, generó un deterioro máximo del barrio”, lo que tuvo como corolario la muerte del joven Daniel Zamudio luego de sufrir una golpiza precisamente en el Parque San Borja.
Finalmente, el Profesor Toro afirmó que la Universidad de Chile debe buscar nuevas dinámicas para relacionarse con la comunidad del barrio, explorando no sólo la asesoría en temas como la administración de las diferentes torres o de cómo mejorar el sector, sino que explorar también la posibilidad de poner a disposición de la comunidad su infraestructura deportiva, un programa cultural constante con charlas y ciclos de cine o presentaciones públicas de los trabajos de los estudiantes.
Sobre este punto profundizó también la Alcaldesa de la Comuna de Santiago, Carolina Tohá, en el momento de dar a conocer los cinco proyectos finalistas en la licitación del Museo Humano San Borja. En la ocasión la edil reconoció a la FAU como "un vecino del barrio" que será incorporado, junto al resto de los componentes de la comunidad del barrio San Borja, "no sólo en el jurado, sino que también en la administración y mantención" del Museo Humano una vez que esté en funcionamiento.