La renuncia de los presidentes del Partido Laborista, Ed Milliband, Liberal-Democrático, Nick Clegg y del euroescéptico “Partido por la Independencia de Reino Unido” (UKIP por su sigla en inglés), Nigel Farage, fue la primera consecuencia de la histórica jornada electoral del pasado 7 de mayo, en la que el Partido Conservador del Primer Ministro David Cameron obtuvo una mayoría absoluta.
De esta manera, los conservadores, a pesar de todas las encuestas previas que aseguraban que habría una definición voto a voto con los laboristas, podrán formar gobierno sin necesidad de buscar alianzas con algún otro partido.
El alza de los nacionalistas escoceses (SNP) que obtuvieron 56 de los 59 escaños en Escocia, de los euroescépticos que se transformaron en la tercera fuerza más votada a pesar de obtener sólo un escaño, y la debacle liberal democrática –que descendieron de 57 a 8 parlamentarios- fueron las otras novedades del nuevo mapa político de la sexta economía del mundo.
Para el Director Adjunto del Instituto de Estudios Internacionales de la Universidad de Chile (IEI) y Doctor en Ciencia Política de la Universidad de Essex, Miguel Ángel López, si bien las elecciones de este año fueron las más reñidas desde 1992 “es muy difícil que se genere un escenario de inestabilidad política en el país. El sistema electoral inglés es muy complejo, en cada circunscripción sólo se elige un parlamentario buscando favorecer que un partido obtenga la mayoría de los escaños”.
Consultado sobre el auge del UKIP, el Director López destacó que la dispersión de su electorado perjudicó la cantidad de parlamentarios que consiguieron, y que a pesar de su intención por impulsar la salida de la Unión Europea (UE) en el prometido referéndum de 2017, “esto no es algo que sea muy importante para el votante británico, sobre todo porque generaría un escenario muy complicado para la economía”.
Desde Londres el Magíster en Política Internacional por la Universidad de Cambridge, Tomás Sabat, aseguró que la alta votación de la tienda dirigida por Nigel Farage “demostró que el partido ha causado un impacto profundo en la política británica, y los transformó en la principal voz para expresar oposición a los partidos tradicionales”.
Junto con ello Sabat enfatizó en que “a pesar de que David Cameron obtuvo un gobierno de mayoría conservadora, necesita el referéndum de 2017 para mantener su legitimidad como líder del partido, ya que alrededor de 100 de sus parlamentarios no lo apoyan y son críticos con la relación del país con la UE”.
Para Sabat en esta oportunidad quedó establecido “el derrumbe gradual del bipartidismo en la política británica con los avances obtenidos por el SNP y el UKIP”, pero también del actual sistema electoral. Esto ya que aunque el UKIP alcanzó casi 4 millones de votos y los Verdes más de 1 millón, ambos lograron un solo escaño, mientras que los nacionalistas escoceses con un millón y medio recibieron 56 asientos en el parlamento por lo que ambos “van a demandar un cambio profundo” del ordenamiento electoral.
Respecto a las razones detrás de la derrota de los partidos laborista y liberal-democráticos, Ximena Póo, Magíster en Relaciones Internacionales de la Universidad Complutense de Madrid, Doctora en en Estudios Latinoamericanos y Directora de Relaciones Internacionales del Instituto de la Comunicación e Imagen de la U. de Chile (ICEI) afirmó que respondió a “la actual situación de soledad del discurso de la tercera vía levantada por Tony Blair y Ricardo Lagos hace unos años atrás. La gente no les cree tras ver ese deambular entre una economía social y una de mercado, la ciudadanía se ve excluida “.
Las otras grandes derrotadas de la jornada fueron las encuestas de intención de voto, que durante toda la campaña auguraron una reñida lucha entre laboristas y conservadores, quedando muy lejos de los resultados obtenidos el 7 de mayo.
Para Póo las consultoras y organismos responsables de las encuestas “deben renovarse para buscar tener un mejor pulso de la ciudadanía y de sus reales intenciones”. Además destacó que no es la primera vez que las encuestas se equivocan, sino que era algo que ya había ocurrido en España o en el mismo Chile.
En la misma línea opinó Miguel Ángel López, quien aseguró que “hay que tener mucho cuidado con las encuestas y con los diarios porque son muy partidistas, mucho más que en Chile o en otros países de América Latina. Por ejemplo se tiene que saber que el Telegraph es muy conservador mientras que el The Guardian y el Independent son muy favorables a los laboristas”.