Cerca de 90 personas participaron en la Feria Ambiental José Maza, un evento que reunió a representantes de diversas organizaciones sociales, tales como la Asociación Gremial de Huerteros La Pintana, la Mesa Vecinal Huertos José Maza, la Dirección de Gestión Ambiental de la Municipalidad de La Pintana y la concejala Claudia Pizarro, y autoridades locales y universitarias. Por parte de la Facultad de Ciencias Agronómicas, asistieron el Profesor Juan Manuel Uribe, Director de Escuela de Pregrado y Ricardo Pertuzé, Director de Asuntos Estudiantiles y Comunitarios.
En la Feria Ambiental José Maza, realizada el 1 de agosto de 2015, se dieron a conocer las diversas iniciativas desarrolladas durante la implementación del Taller de Vinculación Territorial realizado por estudiantes de la Facultad de Ciencias Agronómicas con el apoyo de académicos y autoridades universitarias.
A través de una exposición en stands, implementación de talleres e intercambio de semillas, diversas organizaciones comunitarias mostraron sus productos, técnicas y conocimientos adquiridos. En estas exposiciones participaron los estudiantes del Taller de Vinculación Territorial, el Huerto Chuchunco de Estación Central, la organización de Adulto Mayor Huertos José Maza, la Asociación Gremial de Huerteros La Pintana, el Vivero La Siembra de Las Condes, la Cultura Nave y su par Luciérnaga, Recicla Orgánica y EGEA de Antumapu.
Un taller con el sello de la Chile
El Taller de Vinculación Territorial nace de un grupo de estudiantes de la carrera de Ingeniería en Recursos Naturales Renovables de la Facultad de Ciencias Agronómicas. Una iniciativa de alumnos de cursos superiores y egresados interesados en conectar a la Facultad con las comunidades aledañas a Campus Sur para aportar al desarrollo local mediante la transferencia de conocimientos.
El taller, que tuvo una duración de 6 meses, se fue dotando de contenidos de manera conjunta con la puesta en marcha de un trabajo práctico con las comunidades agrícolas de La Pintana, específicamente con la Mesa Vecinal Huertos José Maza, que reúne a diversos agricultores o ex agricultores, así como a organizaciones de la zona.
“Nuestro objetivo era lograr una retroalimentación con el territorio en que estábamos insertos, poner en práctica los conocimientos que habíamos aprendido en la carrera y aprender de la experiencia en terreno. Pero sobre todo poner en práctica el sello de la Chile que tiene relación con el rol social y de extensión”, sostuvo María Ignacia Orell egresada de la carrera y encargada del taller.
Un aprendizaje mutuo
La primera etapa del taller consistió en levantar un diagnóstico participativo del territorio que arrojó que pese a la existencia de una fuerte colonización de los terrenos por parte de las industrias, aún existe mucho interés por parte de la comunidad de mantener un huerto para el autoconsumo y para emprendimientos familiares.
Junto con reconocer la labor realizada por los estudiantes, el dirigente de la Cooperativa Agrícola José Maza, Arturo Salinas, sostuvo que muchos de los problemas señalados por el diagnóstico se deben a que “a nuestro sector le cambiaron el uso de suelo, nosotros éramos agrícolas y ahora somos habitacional mixto. Uno de los grandes problemas que tenemos es con las industrias que se han instalado, porque compran un huerto y arrasan, botan los árboles, no se preocupan de las acequias y usan el agua y la contaminan”.
El dirigente explica que el sector que reúne la Mesa Vecinal José Maza fue constituido en el año 1946 como cooperativas agrícolas que junto a viviendas sociales permitían el autoabastecimiento. En ese marco, la toma de decisiones respecto del uso del suelo recaía en manos de las organizaciones sociales del territorio, especialmente la Cooperativa Agrícola José Maza. Hoy, sin embargo, la decisión está exclusivamente en el Municipio, sin consulta a los vecinos. Actualmente sobreviven 500 parcelas de 5000 m2, cada una, cuyos cultivos sirven para el autoabastecimiento y para la venta a pequeña escala.
El diagnóstico participativo junto con evidenciar algunas problemáticas, también permitió que la comunidad pudiera dialogar tanto con la Universidad como las autoridades locales, así como proyectar el trabajo de la comunidad. Este diagnóstico fue acompañado de una encuesta que permitió además recoger la opinión de la gente respecto de las dificultades y propuestas de solución.
Sobre la base de los resultados de la encuesta, los estudiantes del Taller de Vinculación Territorial, cerca de 20 alumnos, construyeron un huerto comunitario en la sede de la Cooperativa Agrícola José Maza. Asimismo, se implementaron diversos talleres participativos en los que se capacitó a cerca de de 30 personas por taller sobre agricultura urbana, huertos demostrativos, energías renovables, uso de cocinas y deshidratadores solares, compostaje, entre otros.
“Para nosotros era importante llevar a la práctica lo que sabíamos y la necesidad de vincularnos con la comunidad, nos pasa mucho que nos quedamos en la etapa del diagnóstico pero a veces falta aplicar y llevar a lo concreto” sostuvo Linka Zerega, también organizadora del taller.
El taller fue organizado por los estudiantes de la Universidad de Chile y apoyado por las autoridades académicas de la Facultad de Ciencias Agronómicas, especialmente por Profesor Juan Manuel Uribe, Director de Escuela de Pregrado, el Profesor Ricardo Pertuzé, Director de Asuntos Estudiantiles y Comunitarios y la Profesora Carmen Prieto, Directora de Extensión.
“Es importante como función de la Universidad de Chile la responsabilidad social, que siempre debió haber existido. Ahora estamos estableciendo lazos mediante este taller, la labor que se realizó fue excelente, finalizamos el sábado pero este viernes ya tenemos una nueva reunión de cómo seguir trabajando en conjunto, con la idea de que alumnos vengan a hacer sus prácticas acá, lo que les servirá a ellos y a nosotros. El taller nos apoyó en detectar problemáticas, en desarrollar un huerto comunitario y transmitir experiencia, como una contribución mutua. Estamos muy contentos que la Universidad de Chile se esté preocupando, nuestra comuna es muy pobre y tiene muchos problemas y estas iniciativas son muy bienvenidas“, concluyó Arturo Salinas.
Las voces de los involucrados
“Me sirvió para el aprendizaje, por ejemplo para hacer un secador de frutas. Estuvimos trabajando con los chiquillos e hicimos huertos en el suelo, con botellas, con ladrillos; para mí fue importante porque además hace tiempo que estoy reciclando, tengo compostaje y con este taller uno toma otros conocimientos. Hay mucha gente que tiene sus parcelas botadas, entonces es importante para que se motiven a hacer algo y no estar comprando todo porque todavía se puede hacer agricultura”, Verónica Lagos, huertera de la Cooperativa José Maza.
“Destaco el aprendizaje obtenido por compartir con la gente de la comunidad, ya que ellos aportaron en gran medida con sus conocimientos y experiencias la realización de los talleres, ya sea de huertos y compost. Destaco también las actitudes de compromiso y responsabilidad que se llevan a cabo en este taller, ya que uno está trabajando con la vida real, o sea con las personas mismas, no con una prueba o trabajo. Ahora aprendí harto de los métodos prácticos para hacer agricultura local, pues durante el paro me dediqué a hacer un huerto vertical en mi casa, en el cual tengo ciboulette y menta”. Camila Muñoz Lobos, estudiante de Ingeniería en Recursos Naturales Renovables.
“Me permitió aprender y desarrollar habilidades que en ningún otro ramo había logrado. El trabajo en equipo, poder hablar uno a uno con los mismos integrantes de la comunidad con la que uno trabaja; además de poder aplicar en acciones a corto plazo el diagnóstico territorial que año a año hemos aprendido a realizar, es realmente gratificante. Además, como durante el semestre trabajamos con una misma comunidad, también se plantearon objetivos y acciones al mediano y largo plazo, a modo de darle cierta continuidad a nuestro incipiente trabajo. Creo que es un ramo por el que todos debiésemos pasar, pues nutre mucho nuestra formación profesional. Así que en verdad hago el llamado a todos para que participen en otras versiones del ramo, ojalá que también pertenezcan a otras carreras, para tener una visión más interdisciplinaria de los distintos territorios con los que se siga trabajando. Valentina Aliste, estudiante de Ingeniería en Recursos Naturales Renovables.
“Este taller permite pasar del papel a la práctica lo que uno siempre hace en los ramos. Permitiéndonos a los estudiantes poner en práctica nuestros conocimientos, mientras que al mismo tiempo contribuimos a la comunidad fomentando el desarrollo local sustentable”. Claudia Fuentes Pereira, estudiante de Ingeniería en Recursos Naturales Renovables.