Uno a uno comenzaron a ser convocados a la testera del Salón de Honor de la Casa Central, los 107 funcionarios y académicos que este año cumplieron cuatro décadas de trabajo en la Universidad de Chile. Acompañado del Prorrector Sergio Jara y de las autoridades de las diferentes unidades académicas del plantel, el Rector Ennio Vivaldi los condecoró con la Medalla 40 años de Servicio.
Familiares, amigos y compañeros de trabajo llegaron hasta la Casa Central para ser parte de esta cita que contó además con la participación de Rosa Devés, vicerrectora de Asuntos Académicos; Faride Zeran, vicerrectora de Extensión y Comunicaciones; Juan Cortés, vicerrector de Asuntos Estudiantiles y Comunitarios; decanos, decanas y directores de institutos y del Hospital Clínico.
En representación de los homenajeados, la funcionaria Yazmir Fariña de la Facultad de Arquitectura y Urbanismo ofreció un emotivo discurso, en el que recordó su ingreso a la Facultad de Medicina de la Universidad el 1 de abril de 1973, el que se vio interrumpido por la intervención militar y el contexto hostil de ese periodo, pero que pudo retomar dos años más tarde, el 1 de septiembre de 1975, cuando ingresó al Departamento de Diseño, ubicado en esos años en la comuna de Cerrillos.
“Expreso mi gratitud a la Universidad de Chile, en donde he encontrado personas que forman la familia universitaria, que son la mayor riqueza de la Casa de Bello, con quienes he compartido más de ocho horas diarias por cuarenta años”, dijo Fariña aludiendo al fuerte vínculo que une a quienes integran la Institución.
Fariña, funcionaria y dirigente de su estamento y ex senadora universitaria, agradeció a la Universidad, a la que “todos hemos aportado con nuestro trabajo a engrandecerla”, esperanzada en que ésta “continúe con su noble misión, estando al servicio de su pueblo, entregando los mejores profesionales en investigación científica de excelencia al país”.
Una vida indisolublemente ligada a la Universidad
En un saludo a los homenajeados, el Rector evocó una cita del académico de la Facultad de Medicina, Armando Roa, quien decía que su vida estaba "indisolublemente ligada a la Universidad de Chile”.
“Nuestra vida está indisolublemente ligada a la Universidad de Chile, y la vida de la Universidad de Chile está indisolublemente ligada a la vida del país, de la patria. Hay pocas instituciones que tengan un doble destino, sentirse comprometida en su quehacer con el destino de un país y a la inversa. Eso es algo que está presente en el compromiso que nosotros asumimos al momento de ingresar”, señaló.
El Rector se refirió además a cómo cotidianamente son los integrantes de la comunidad universitaria los que forjan la relación de la institución con el país, “con cada gesto, en cada clase, en una acción cualquiera, donde está representada esa calidad, ese nivel y ese grado de identificación”, los mismos que hacen que “perdure esta institución desde que la fundó Andrés Bello hasta hoy. Si perdura es por muchos como ustedes que en cada momento de la historia fueron capaces de entregarle su vida y por mantener viva la llama de la Universidad”.