Los 12 años de gobierno del Frente para la Victoria, el nombre de la alianza que llevó al poder a Néstor Kirchner y a Cristina Fernández en Argentina, llegaron a su fin el pasado 22 de noviembre luego de una estrecha e inédita segunda vuelta.
En la ocasión Mauricio Macri, candidato de la alianza “Cambiemos” conformada por su partido Propuesta Republicana, junto a la Unión Cívica Radical (UCR) y la Coalición Cívica ARI, venció a Daniel Scioli, representante del kirchnerismo, por poco más de 700 mil votos sobre un electorado de 32 millones de personas.
La académica del Instituto de Estudios Internacionales de la U. de Chile, Paz Milet, especializada en América Latina y relaciones vecinales de Chile, explicó las causas del estrecho resultado a pesar de que se auguraba un triunfo holgado de Macri, así como los desafíos que deberá enfrentar para obtener los consensos necesarios para sacar adelante sus proyectos en un Congreso donde no cuenta con mayoría, así como para revertir una dufícil situación económica.
¿A qué se puede deber el resultado tan estrecho entre los dos candidatos?
No hay que olvidar que Daniel Scioli es representante del peronismo, que tiene amplia cobertura a nivel nacional, y que también buena parte de la sociedad argentina depende de algún modo del gobierno: ya sea directamente a través de empleo o indirectamente a través de subsidio.
Macri consolidó su presencia en ciertos sectores pero habría sido raro que la distancia fuera mayor, sobre todo porque Scioli logró el apoyo de la provincia de Buenos Aries, un apoyo considerable que fue una señal clara de cómo se ha manejado la influencia del peronismo en esa provincia.
Aunque durante la campaña hubo mucha polarización entre ambas alianzas, los dos candidatos son hijos de empresarios y son amigos desde hace al menos 30 años.
Daniel Scioli no era precisamente la primera opción para el gobierno kirchnerista, como para que encarnara la continuidad de su proyecto, pero la verdad, no había otra opción. Scioli había sido gobernador de Buenos Aires y presentaba mejores condiciones en las encuestas que otros posibles candidatos. De todas formas lo acompañaron por un candidato a vicepresidente muy cercano a Cristina.
Sin embargo, uno de los mayores cuestionamientos que hay luego de la derrota apuntan a que Cristina Fernández fue en la práctica la jefa de campaña, por lo que sería también la principal responsable de los resultados.
La derrota del Frente para la Victoria marca el fin de 12 años de gobierno de los Kirchner ¿Qué escenario se encuentra el nuevo presidente?
Macri no encuentra un escenario fácil a nivel económico. Argentina ha planteado que ha aumentado su autonomía pero a costa de un default y de una mala relación con el entorno económico internacional, con una inflación que dicen que está oculta y llegaría al 25 por ciento, y con una situación cambiaria bastante difícil. Tiene que tomar decisiones en cuanto asuma para poder enfrentar la situación.
A nivel político el escenario tampoco es fácil porque no tiene mayoría ni en la Cámara de Diputados ni en el Senado. Entonces, a pesar de que logró ciertas gobernaciones claves, necesitará obtener consensos importantes para impulsar las medidas que desea desarrollar. El desafío fundamental es mantener la alianza con la UCR y la coalición que lo llevó al poder para poder enfrentar además a un aparato estatal en manos de los kirchneristas.
Es la primera vez en décadas que gana un candidato que no es ni peronista ni de la UCR ¿Esto significa que cambia el escenario político en Argentina?
Creo que más allá de un cambio tan sustantivo, no se puede olvidar que iba acompañado de la UCR, lo importante es que la expresión que da cuenta de la llegada de Macri al poder es un descontento con los políticos tradicionales y un hastío con lo que han sido 12 años de gobierno kirchnerista, entonces de alguna manera la población votó queriendo expresar su descontento, y también jugándosela por la alternancia en el poder.
¿Cómo queda el peronismo luego de esta derrota?
El gran cuestionamiento es si el Frente Para la Victoria se diluye y se vuelve a una visión peronista más tradicional, mientras el movimiento kirchnerista se remita a la provincia. No hay que olvidar que Máximo Kirchner logró una diputación, su tía también logró una representación, y que es posible que desde la región se vuelvan a involucrar en la política a nivel nacional para generar las bases para que Cristina regrese al poder en 2019.
Con estos resultados ¿Qué consecuencias puede haber para Chile?
Aunque hay una afinidad ideológica entre el actual gobierno de la Nueva Mayoría con Cristina Fernández, la relación entre ambos países no ha sido fácil ya que algunas de sus políticas eran difíciles de entender o han sido consideradas bastante erráticas. Macri en cambio sí ha tenido una relación con Chile estos últimos años y puede dar mayores señales de confianza, posibilitando una relación bilateral fecunda en la línea de las señales que ha entregado estos últimos días, cuando afirmó ser un admirador de los avances y del progreso de Chile y que buscará intensificar la relación bilateral.