Hasta el Salón Montt Varas del Palacio de La Moneda llegaron representantes del mundo científico, político y académico para ser parte de la firma del proyecto de ley, suscrito por la Presidenta y los ministros de Hacienda, Rodrigo Valdés; de Secretaría General de la Presidencia, Nicolás Eyzaguirre; de Educación, Adriana Delpiano; y de Economía, Fomento y Turismo, Luis Felipe Céspedes.
La iniciativa contempla la creación de la Agencia de Investigación y Desarrollo como servicio ejecutor de políticas; el Consejo Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación como un ente permanente, y un comité interministerial, para fortalecer el Sistema Nacional de Innovación mediante una mejor articulación y una mirada estratégica.
La actividad contó con la participación de autoridades de gobierno y representantes del mundo científico y académico, entre ellos, el Rector de la U. de Chile, Ennio Vivaldi; el vicerrector de Investigación y Desarrollo, Flavio Salazar; la vicerrectora de Asuntos Académicos, Rosa Devés; entre otros investigadores de la Casa de Estudios.
“Este proyecto es la confirmación de un paso imprescindible para el futuro de Chile: estamos poniendo el conocimiento, la innovación, las múltiples ciencias y humanidades en el centro de un nuevo énfasis para abordar nuestro desarrollo”, expresó la mandataria en el marco de esta ceremonia. Esto, dado que "queremos que este ministerio contribuya a crear las bases de una sociedad que se piensa, pero no con los códigos y marcos del siglo XX, sino que plenamente inserto en el nuevo milenio”, sostuvo Bachelet.
Por su parte, el presidente de la Comisión Nacional de Ciencia y Tecnología (Conicyt), académico de la U. de Chile y Premio Nacional de Ciencias Exactas 2015, Mario Hamuy, explicó que “esta institucionalidad lo que hace es crear los espacios para que se pueda generar política de ciencia y tecnología de largo plazo, como una estrategia que mire más allá de los cuatro años de gobierno de modo que éstas sean coherentes a lo largo del tiempo”.
Ciencia para el desarrollo
La Comisión Presidencial Ciencia para el Desarrollo, trabajó durante cuatro meses y entregó un informe a la Presidenta Bachelet con 26 medidas que devienen del trabajo de destacados científicos nacionales, entre ellos, ocho académicos de la U. de Chile, entre investigadores jóvenes y otros con dilatadas trayectorias, y cuatro Premios Nacionales.
Fueron parte de esta instancia el director del Programa Académico de Bachillerato y presidente del Consejo de Sociedades Científicas de Chile, Jorge Babul; el Premio Nacional de Ciencias Aplicadas y Tecnológicas 2004 y Profesor Titular de la Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas, Juan Asenjo; el actual director de la Universidad de O’higgins, Rafael Correa; la Premio Nacional de Ciencias Naturales 2006 y presidenta del Consejo de Evaluación, María Cecilia Hidalgo; la Premio Nacional de Ciencias 2010, Mary Kalin; el Premio Nacional de Ciencias 1993, Servet Martínez, el ex rector Víctor Pérez y el director del Instituto de Neurociencia Biomédica, Andrés Couve.
Como explicó este último, uno de los ejes del trabajo de esta comisión fue instalar que “esto no era ciencia para los científicos, tampoco para el crecimiento, sino que para el desarrollo, y por lo tanto pusimos como énfasis que esto se trataba del bienestar futuro de los chilenos”, abordando esta discusión desde una “visión más amplia e integral”.
A pesar de ello, Couve planteó que uno de los énfasis que no fue abordado para este proyecto es el área de la innovación. Este es “un proyecto de ministerio que es ágil, moderno, que concentra la ciencia y tecnología, pero que no incorpora en gran medida a la innovación, que es algo que la comisión si planteó”. Para María Cecilia Hidalgo, este punto fue una "recomendación mayoritaria,por lo que fue sorprendente que no la consideraran”.
Respecto al trabajo interinstitucional en esta materia, la profesora Mary Kalin destacó que "lo que hace el ministerio es realmente incluir esta mirada de que la ciencia es lo que el país necesita”, agregando que con esta iniciativa “va a haber más oportunidades de unir los intereses de distintos ministerios, que no es una tarea fácil”.
Otro de los puntos abordados por la académica es la necesidad de aumentar los recursos para ciencia y tecnología, pudiendo subir “a 1 por ciento del PIB en el corto plazo”, entendiendo que este porcentaje “se va a repartir entre distintos tipos de ciencia, no sólo ciencia básica”.
En esa línea, Couve expresó que “el ministerio no es el fin, es un medio para. No es el objetivo, está mucho más allá y para eso se necesitan recursos y el ministerio lo que va a permitir es poner un orden a cómo se van a invertir estos recursos en el largo plazo. Este ministerio tiene que permitir que invirtamos más y mejor en ciencia”.
Universidades en un rol crucial
Para cumplir ese objetivo, manifestó el vicerrector Salazar, es importante destacar “que las universidades hoy día son las responsables de más del 90 por ciento de la investigación científica”, y gran parte de la innovación se hace en éstas, “por lo tanto, nosotros esperamos seguir cumpliendo un papel importante en el diseño y en el pensamiento estratégico de lo que significa las políticas de ciencia y tecnología”, a partir de las diferentes instancias que crea esta iniciativa legal.
“En todo esto falta el fortalecimiento de la ciencia en las universidades”, opinó el profesor Jorge Babul. “¿Podemos nosotros sin fortalecer las universidades convertir a la ciencia en un pilar fundamental del desarrollo?. Yo creo que no”, advirtió el académico, con un énfasis especial en vigorizar la investigación en los planteles estatales en regiones ya que si bien “tenemos una universidad estatal por región, las que están más fuerte en ciencias son tres o cuatro -dentro de las cuales está la U. de Chile-", todas ellas en la zona centro y centro sur del país.
Otro de los puntos relevados es la necesidad de incorporar a los investigadores formados gracias al programa de Becas Chile. Como relevó la profesora Hidalgo, “si nos comparamos con los países desarrollados, tenemos un décimo de los científicos que deberíamos tener. Somos una comunidad muy pequeña, pero lo estamos haciendo muy bien y una forma obvia de resolver esto es reincorporar en Chile a toda la gente que fue enviada afuera, a los mejores centros del mundo. Necesitamos un programa de reinserción para resolver los problemas que tenemos como país”.
En definitiva, como manifestó el profesor Juan Asenjo, “la única forma que tiene Chile de pasar a ser un país desarrollado, es invirtiendo más en ciencia y tecnología e innovación. No podemos seguir exportando piedras, tenemos que exportar inteligencia y esto es la forma de hacerlo”.