En la plenaria del 2 de marzo de 2017, el Senado Universitario aprobó el conjunto de los artículos del Proyecto de Reglamento de Remuneraciones que no recibieron indicaciones por parte de la comunidad universitaria. Estos se entienden doblemente aprobados: por la anterior legislatura y por el actual Senado Universitario.
El reglamento, que surge con el fin de impedir las discrecionalidades, asimetrías y subjetividades en la asignación de distintos tipos de emolumentos que existen en la estructura de remuneraciones de la Universidad de Chile, ya ha cursado diferentes etapas desde su creación en junio de 2014, y hoy se encuentra en un fase de aprobación por parte de la plenaria del órgano triestamental.
Para el Presidente de la Comisión de Presupuesto y Gestión, Senador Daniel Burgos, se trata de "un avance sustantivo en el contexto del desarrollo de un reglamento tan anhelado por los miembros de la comunidad universitaria", afirmó, y su aprobación "denota una alta coherencia institucional del Senado Universitario" y un compromiso con los principios institucionales de integración, transversalidad y equidad universitaria.
"Sin duda la Universidad debe tender a integrarse entre sus unidades. Una crítica permanente entre los miembros de la comunidad universitaria es ser una institución con fuertes asimetrías y bajo conocimiento de la realidad de otras unidades académicas. Normativas como ésta, ayudan a la integración y permiten en el largo plazo vernos como una Universidad cada vez más granítica y con un sentido de unión, que sin duda nos hace muy bien institucionalmente", indicó el Senador representante de los funcionarios.
Participación de la comunidad en la construcción del Reglamento de Remuneraciones
La anterior legislatura del Senado Universitario aprobó un primer Proyecto de Reglamento de Remuneraciones, el cual fue analizado por los actuales Senadores en ejercicio, quienes decidieron abrir un proceso de discusión participativo de la comunidad universitaria en torno a la normativa, consistente en la socialización del texto y su discusión, en concurridas asambleas abiertas en las distintas unidades académicas. Luego de ello, se abrió un período para la recepción de indicaciones sobre el proyecto en general y sobre artículos en particular. En total fueron 550 las indicaciones recibidas, que debió analizar desde marzo de 2015 la Comisión de Presupuesto y Gestión del Senado. Todos los aportes fueron agradecidos, pero no todas fueron lo suficientemente pertinentes para ser incorporadas a la discusión.
En este sentido, el proceso participativo que desarrolló el Senado Universitario para consultar indicaciones y observaciones de la comunidad, se instala, desde la perspectiva del Senador Burgos, "como un hecho histórico", que constituirá "un paradigma en la forma de activar efectivamente canales de comunicación que permitan visibilizar muchas realidades locales".
Artículos verdes, amarillos y rojos: una metodología para la organización de la votación
Para facilitar la discusión, la actual Comisión de Presupuesto y Gestión calificó cada artículo con un color, dependiendo de las indicaciones a acogidas. Los artículos que no fueron tocados por estas indicaciones aceptadas y que se mantuvieron intactas del proyecto original, pasaron a llamarse artículos "verdes". Al haber sido aprobados por la legislatura anterior y no fueron indicadas por ningún miembro de la comunidad, incluidos los Senadores Universitarios, el Senado decidió votarlas en paquete.
Los nombrados artículos "amarillos" deberán ser votados individualmente, en las próximas sesiones, pues se trató de artículos modificados del proyecto original. De igual modo debe procederse con los artículos "rojos", pues recibieron indicaciones para su eliminación.
En el Senado Universitario espera votar la totalidad de artículos de esta normativa en los próximos meses. En opinión de Daniel Burgos, se trata de dar un ejemplo en el sistema nacional, en el contexto de reforma a la educación superior. "Hoy la educación superior se encuentra en boca de todos y la tramitación de leyes asociadas a nuestra realidad nacional inmediata, nos han permitido reforzar los principios orientadores de la Chile, así como aglutinarnos entorno a reiterar el compromiso que debemos tener con el país y su gente". El Reglamento de Remuneraciones, sostuvo, "es coherente con su rol de entidad estatal".