Este documento nace del trabajo mancomunado de la Oficina de Igualdad de Oportunidades de Género, las Vicerrectorías de Extensión y Comunicaciones, y de Asuntos Estudiantiles y comunitarios, la Dirección Jurídica, y la FECh. El Senado Universitario, a través de sus representantes, también ha sido participe de este trabajo orientado a combatir el acoso y la discriminación.
Además, se acordó solicitar al Rector Ennio Vivaldi que en virtud de sus atribuciones ejecutivas, adopte todas las medidas necesarias para socializar la política aprobada y para hacerla aplicable una vez que se lleven a cabo todos los actos administrativos correspondientes.
Ambas decisiones tomadas por el órgano normativo de la Universidad de Chile fueron ampliamente valoradas por los presentes, quienes destacaron la importancia de hacerse cargo de este problema y de tomar medidas para su erradicación.
"Quiero reiterar los agradecimientos a los distintos miembros de esta comunidad universitaria, que han tomado la decisión política de empujar juntos esta iniciativa que va a acabar con algo que estaba bajo la alfombra y de lo que nadie se hacía cargo", enfatizó la vicerrectora de Extensión y Comunicaciones, Faride Zerán.
Asimismo, la Senadora Irma Palma señaló que la politización de este fenómeno es una expresión de un proceso de lucha y de solidaridad. “Es una política que refleja la transformación de la universidad”, añadió.
Esta Política viene a congregar distintas medidas que se han llevado a cabo en este ámbito, tales como la creación de cursos de capacitación y de protocolos de actuación ante situaciones de acoso sexual y discriminación, además de la elaboración de manuales y textos de discusión.
Este documento también contempla otras líneas de acción, entre las que destaca el desarrollo de cursos a funcionarios y académicos, sobre temas relacionados con violencia de género y acoso sexual y procedimientos administrativos de investigación. También se busca dar asistencia y acompañamiento especializado a los afectados, lo que incluye la derivación de estas personas a expertos en atención psicológica y judicial.
Es importante señalar que previo a esta instancia, el 2 de junio del 2016 se dio el primer paso, modificando la normativa estudiantil para explicitar el deber de los estudiantes de no incurrir en prácticas de acoso sexual ni discriminación arbitraria respecto a la comunidad universitaria, contemplando a cualquier persona que participe de ésta.
Acoso sexual en la U. de Chile: Un problema real, que debe ser erradicado
La aprobación de la política viene a generar acciones concretas a una situación que no ha sido ajena a la U. de Chile. Según un estudio del año 2016, impulsado por la Oficina de Igualdad de Oportunidades de género, un 14,7% de los miembros de la institución que fueron encuestados, declararon haber sufrido de acoso sexual durante su trayectoria universitaria.
El estudio también señala que esta situación afecta mayoritariamente a mujeres, que duplican en cantidad a los hombres agredidos. Se explica además, que los casos más recurrentes corresponden a profesores que acosan a sus estudiantes mujeres y a estudiantes hombres que acosan a sus compañeras. Cabe señalar que la mayoría de las situaciones no fueron denunciadas.