Este viernes 3 de noviembre se cumplieron 53 años desde el día en que en una notaría del centro de Santiago y en presencia de tres testigos, la escritora y Premio Nacional de Literatura 1961, Marta Brunet, firmara su testamento y nombrara heredera universal de su obra a la Universidad de Chile. Cinco décadas después, y en una sala del núcleo patrimonial de esta Casa de Estudios, autoridades y distintos representantes de la comunidad universitaria se reunieron ante la llegada de una nueva pieza del acervo de la autora: el manuscrito de Montaña Adentro, la primera novela de la escritora.
“El papel que me toca hoy no es común. Soy el donatario de una obra que no es mía, pues no me pertenece, y a cuya producción tampoco aporté. Desde cierto punto de vista, es una mera casualidad que sea yo y no otro quien esté aquí”, expresó al comienzo de la ceremonia Pablo Concha, donatario de la obra y nieto del fallecido profesor de filología de la U. de Chile, Mario Ferreccio, dueño original de la pieza.
La historia de este legado de puño y letra de Brunet comienza en un cuaderno escolar fechado en 1922 en la ciudad de Chillán y continúa en un viaje a Santiago, en la casa del crítico literario Hernán Díaz Arrieta (Alone). “Dan ganas de echar a vuelo las campanas cuando nace un escritor de la talla de Marta Brunet”, escribió Alone ante la lectura del manuscrito. No pasarían muchos meses para la publicación de Montaña Adentro (1923), su punto de partida en la escena literaria. Al tiempo que se inicia la difusión de la obra de Brunet, no se sabe más del texto original. No hasta el 2000 cuando llega a manos del destacado y fallecido filólogo chileno, Mario Ferreccio.
“El manuscrito, de alguna forma, vuelve a su casa. Mi abuelo fue profesor toda la vida de la U. de Chile, no había mejor lugar donde dejar este documento. Además, era lo lógico traerlo aquí, dado que Brunet consideró a la U. de Chile como su heredera universal. Es aquí donde el manuscrito va a poder ser custodiado por un cuerpo de especialistas, como es el propio Comité Brunet, y podrá trabajarse su puesta en valor y difusión. Además, producto de las redes que tiene la U. de Chile, el rango de acción en torno al manuscrito va a crecer mucho más que si estuviera en otra institución”, señaló Concha.
La pieza original de Brunet pasa así a formar parte del Archivo Central Andrés Bello de la U. de Chile, integrando la Colección Manuscritos de este núcleo patrimonial y, por lo tanto, entra en calidad de Monumento Histórico Nacional, como toda esta colección.
"A partir de este día el manuscrito pasa a la esfera pública al estar bajo el alero de una institución estatal como la Universidad de Chile. Esto significa que estamos un paso más adelante en nuestra tarea de preservar y difundir el legado de esta autora, tarea que seguiremos desempeñando con ahínco y entusiasmo", señaló la vicerrectora de Extensión y Comunicaciones, Faride Zeran.
Por su parte, la directora del Archivo Central Andrés Bello, Alejandra Araya, agradeció el gesto de confianza de Pablo Concha y su familia, como también el apoyo en la puesta en valor de esta obra por parte de Natalia Cisterna, académica del Departamento de Literatura de la Facultad de Filosofía y Humanidades de la U. de Chile.
“Para el Archivo Central Andrés Bello es realmente un honor recibir este manuscrito en un año particularmente importante para nosotros, en el que se ha reactivado el gesto de la donación a la U. de Chile de un patrimonio relevante para nuestro país y el mundo. Esta donación se inscribe en gestos de confianza y de compromiso con el futuro que nos enorgullece muchísimo”, afirmó Araya.
La ceremonia de donación, desarrollada en la Sala Luisa Arce del Archivo, además contó con la presencia de la directora del Departamento de Literatura, Darcie Doll; la familia del donatario y el dueño original de la obra; investigadores e integrantes del Archivo Central Andrés Bello; y otros miembros de la comunidad universitaria.