1. La Ley del Etiquetado, que entró en vigencia el 27 de junio de 2016, no solo obligó a la incorporación de sellos de advertencia "ALTO EN" calorías, grasas saturadas, azúcares y sodio a los alimentos envasados sólidos y líquidos que se venden en Chile, sino también restringió la publicidad de los alimentos "ALTOS EN" dirigida a menores de 14 años, y aseguró una oferta de alimentos saludables al interior de los establecimientos educacionales, prohibiendo la venta, promoción y entrega gratuita de alimentos con sellos en los establecimientos de prebásica, básica y media.
2. “Para definir cuáles eran los alimentos sujetos a esta ley lo que se hizo fue mirar los límites que tienen los alimentos en la naturaleza, en términos de azúcares, sodio, grasas saturadas y energía, y a partir de esos límites se fijaron los niveles y contenidos que tenían que tener los alimentos, de modo que aquellos que lo excedían, debían ser sujetos a esta ley”, explicó la Dra. Camila Corvalán del INTA.
3. En un intento por dar más tiempo a la industria para que respondiera a esta nueva regulación, y eventualmente reformulara sus alimentos, lo que se zanjó fue una implementación en fases. “Eso significó tener límites un poco más altos al inicio de la ley en 2016, los que ahora este 2018 bajamos, haciéndolos más estrictos. Recién el 2019 llegaremos a los límites que originalmente se plantearon y que son los que deberían estar en curso”, apuntó la especialista.
4. El ajuste de los límites de la ley, significa en la práctica que los productos sólidos cada 100 gramos deberán tener el sello de advertencia a las 300 calorías, 500 mg de sodio, 15 gramos de azúcar y 5 de grasa.
5. En el caso de los líquidos, en esta segunda fase de la ley se establece que cada 100cc, tendrán que llevar sellos si superan las 80 calorías, los 100 mg de sodio, los cinco gramos de azúcares y tres de grasas, a diferencia de como fue hasta ahora, en que debían hacerlo cuando pasaran de las 100 calorías, los 100 mg de sodio, 6 gramos de azúcar y 3 gramos de grasa saturada.
6. En junio de 2017, a un año de entrada en vigencia la ley, el MINSAL reveló un informe de evaluación de la normativa en el que destacó que de 3.008 inspecciones de fiscalización, el cumplimiento alcanzado fue de un 72 por ciento. La fiscalización del etiquetado y de lo que ocurre en los colegios, se le ha entregado a la Seremi de Salud. "Se desarrollaron protocolos de monitoreo y se han realizado inspecciones dirigidas, que son con ciertos criterios de priorización, porque no hay capacidad de fiscalizar todo”, detalló la académica de la U. de Chile.
7. De las más de 3 mil inspecciones, los incumplimientos detectados alcanzaron los 845 casos, dando origen a sumarios que fueron atribuibles a problemas de etiquetado, de publicidad dirigida a niños (envases o lugar de expendio) y también a venta de alimentos “ALTOS EN” en establecimientos educacionales.