Con el objetivo de “establecer un marco general que estructure, impulse, coordine y promueva las actividades de ciencia, humanidades y desarrollo tecnológico en todas sus etapas, a fin de contribuir al desarrollo sustentable y al bienestar social”, fue publicada en el Diario Oficial el pasado 13 de agosto la ley que crea el nuevo Ministerio Ciencia y la Tecnología.
Tras años de discusión en el Congreso y en diversas plataformas, la anhelada cartera se encuentra en su fase inicial de implementación, donde en el plazo de un año el gobierno deberá poner en funcionamiento la nueva institucionalidad, fijando la planta de personal de la Subsecretaría de Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Innovación, definir cuándo dejará de funcionar Conicyt e iniciará sus labores la nueva Agencia Nacional de Investigación y Desarrollo, entre otras medidas.
El decano de la Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas, Francisco Martínez, calificó la creación de la nueva cartera como una meta cumplida, pero también como un comienzo con nuevos desafíos. “Uno muy importante -lo dice su nombre-, es incorporar junto a la ciencia y la tecnología, la creación y la Innovación, integrando de esta forma una mayor diversidad de tareas. Un segundo desafío mayor se refiere al financiamiento, porque la inversión del país en investigación y desarrollo está estancada y se mantiene muy por debajo de los niveles de otros países de la OCDE. Me parece que si esta situación no cambia, el nuevo ministerio no tendrá posibilidad de lograr las expectativas que se han forjado”, resaltó.
Su par de la Facultad de Ciencias Químicas y Matemáticas, Arturo Squella, explicó que para los científicos "es importante tener un Ministerio que tendrá un alto nivel de decisión con llegada al Presidente de la República y constituirá un interlocutor válido para la ciencia. Sin embargo, este ministerio también tiene que considerar mayor presupuesto pues si no, no tendrá mayor efecto y se gastará en más burocracia y no en más ciencia".
Por su parte, la astrónoma María Teresa Ruiz, Premio Nacional de Ciencias Exactas, académica del Departamento de Astronomía y presidenta de la Academia Chilena de Ciencias, valoró la participación y apoyo de la comunidad científica al proyecto presentado y aprobado en el Congreso, tras años de trabajo. "Ahora viene un desafío probablemente tan complejo como todo lo anterior, que es implementar este ministerio nuevo, hacer que la transición entre Conicyt y el ministerio sea transparente. Necesitamos que todos los científicos estemos disponibles a ayudar a que esta implementación ocurra bien, cada uno desde su lugar en este mundo de la ciencia y el conocimiento. Ojalá resulte muy bien, que sea un ministerio muy ejecutivo, que no se pierda mucho dinero y tiempo en burocracias, y que empiece a funcionar y a apoyar el desarrollo de la ciencia y el conocimiento en Chile. Creo que eso nos va a hacer definitivamente un mejor país”, agregó la profesora Ruiz.
Nuevos desafíos para la ciencia
La concreción del anhelo de una nueva institucionalidad abre nuevas discusiones y desafíos. Así lo mencionó el director del Programa de Bachillerato, académico de la Facultad de Ciencias y ex integrante de la Comisión Asesora Presidencial en Ciencias, Jorge Babul, para quien este avance representa "un reconocimiento a la importancia de la ciencia para que se convierta en un pilar del desarrollo de nuestro país, entendiendo por éste el bienestar de la gente", situación ante la cual es necesario un trabajo coordinado entre diferentes actores.
"Los científicos tenemos algo que decir respecto al futuro del país, pero también están las universidades, el Estado, los empresarios y hay que tener presente la necesidad de que participen los actores que tienen que ver con esta parte de nuestra vida y allí se ha peleado para que las artes, las humanidades y las ciencias sociales tengan también un lugar, porque también se desarrollan investigaciones en esas áreas", remarcó Babul.
En la misma línea el profesor Andrés Couvé, académico de la Facultad de Medicina y director del Instituto Milenio de Neurociencia Biomédica (BNI), remarcó la importancia de contar con un acuerdo nacional que permita que "el ministerio, los científicos, el sector empresarial, las instituciones educacionales y los otros ministerios relacionados impulsemos la ciencia, para que con ese respaldo aseguremos la inversión necesaria para transformarla en un pilar del desarrollo del país".