Como parte de las actividades que tiene organizadas la Universidad de Chile en la FILSA 2018, este martes 6 de noviembre en el Centro Cultural Estación Mapocho se presentó “Mujeres Insurrectas”, la última edición de la que se constituye como la publicación periódica más antigua de América Latina, cuyo lanzamiento oficial tuvo lugar el pasado 6 de septiembre en la Casa Central de nuestro plantel.
Esta actividad, a cargo de la Cátedra Amanda Labarca de la Vicerrectoría de Extensión y Comunicaciones (Vexcom), contó con la presencia de la académica de la Facultad de Filosofía y Humanidades, Kemy Oyarzún, la integrante de la Red Chilena contra la Violencia hacia las Mujeres, Soledad Rojas, y la fotógrafa y activista Kena Lorenzini, quienes comentaron esta inédita publicación dedicada a la reflexión y discusión sobre el movimiento feminista que a principios de este año se tomó las calles e instituciones educacionales del país.
Kena Lorenzini fue la encargada de abrir la presentación de la Revista, sobre la cual afirmó que “ningún artículo está demás. Ni el de las académicas, ni el de las activistas, son complementarios. Ni los que dan datos duros, ni los que son cualitativos, ni los que cuentan historias particulares, en espacios particulares, ni los que vuelan a la historia universal del feminismo. Es una búsqueda conjunta para comprender cómo llegamos a mayo del 2018 y cómo podríamos seguir”.
La fotógrafa feminista continuó rescatando la génesis y evolución de las movilizaciones de inicios de este año, que partieron en la Universidad Austral de Valdivia y que posteriormente tomaron fuerza en otros planteles educacionales del país, explicando que se dejó entrever “que el feminismo ya no es solamente la opresión contra la mujer o la denigración, sino que va estando en los mismos campos en los que hemos estado en todos los últimos años: justicia social, derechos humanos, medio ambiente, los niños, el Sename; no hay ningún tema en el que las feministas no hayamos estado presentes. Se ha ido ampliando el abanico del feminismo”.
Por otro lado, Soledad Rojas reflexionó acerca de la irrupción del feminismo en liceos y universidades, asegurando que “es una rebelión contra el patriarcado que se hace visible en los agresores sexuales y abusadores de poder que por décadas han profitado del silencio y la naturalización de estos hechos en las universidades, escuelas y liceos, así como en empresas, partidos, iglesias y familias. Pero también en los pares, compañeros de curso, de trabajo, de partido, que aún sin tener una posición jerárquica en las estructuras que se trate, cuentan con el poder que les otorga la cultura patriarcal y misógina”.
Asimismo, la integrante de la Red Chilena contra la Violencia hacia las Mujeres se refirió al “desparpajo y rebeldía iconizados en cuerpos desnudos para sí y no para otros, que fortalecen su condición de sujetas y construyen poder colectivo en un movimiento de carácter político que cuestiona los órdenes patriarcarles en los que se inscribe el sistema educacional, como una de las claves fundamentales en la transmisión simbólica del androcentrismo y reproducción de la violencia contra las mujeres”.
La académica Kemy Oyarzún también evaluó el denominado “Mayo feminista”, asegurando que “somos las mujeres feministas las que en este momento constituimos la subjetividad y las actorías más amplias que se han dado en el país, nuevamente”. Además, se refirió a la necesidad de las mujeres “de reapropiarnos el poder, la cultura del saber, hasta nuestras prácticas con los cuerpos. Porque despenalizar el aborto no es suficiente, necesitamos plantear los derechos de los cuerpos al goce, al placer, al erotismo”.
Esto porque, en palabras de la académica de la U. de Chile, “tenemos una institución pseudo sagrada de la familia monogámica y heteronormativa, que en el fondo está contra el goce pleno de las mujeres de su cuerpo, de su sexualidad y tenemos que pensar por qué, por qué este terror de que las mujeres gocemos de nuestros cuerpos con derecho y con placer”.
Finalmente, Soledad Rojas se refirió a la necesidad de trabajar con propuestas de largo alcance para fortalecer el poder de las mujeres, haciendo un llamado a “profundizar la reflexión política feminista, encontrar confluencias entre los diversos feminismos, y afirmar la propuesta de una huelga de mujeres el próximo 8 de marzo de 2019, como acción estratégica para el fortalecimiento de nuestro poder”.