Un 85,8 por ciento de apoyo al actual movimiento social, un 80,3 por ciento de acuerdo con avanzar hacia una Nueva Constitución, y apoyo transversal a reformas a los sistemas de pensiones, salud y educación son las conclusiones más evidentes del primer Termómetro Social del Núcleo Milenio DESOC y del Centro de Microdatos, ambos alojados en la Facultad de Economía y Negocios (FEN) de la U. de Chile, que en esta primera edición tuvo la misión de identificar, definir y ponderar la visión de la gente respecto al estallido social materializado en las pasadas semanas, en un trabajo que también contó con la colaboración del COES.
Fabián Duarte, académico FEN y director del DESOC y del Centro de Microdatos, indicó que el objetivo principal es “recoger las inquietudes, esperanzas, sueños e inquietudes de todos los chilenos y chilenas frente a la crisis social que vivimos” y apuntó además de los datos más importantes que “los conceptos que más se repiten son desigualdad y justicia. Al parecer el establishment parece muy mal evaluado, entre ellos, el Presidente de la República, los políticos, los parlamentarios, y los empresarios”.
En específico, la desconfianza pareciera instalada en los partidos políticos, siendo evaluados por las y los encuestados con un índice de 2.4 (en una escala de 1 a 10), seguidos por las y los parlamentarios (2.5), las y los ministros (2.6) y en el propio Presidente Piñera con un 2.8. En tanto, los noticiarios de TV son el medio de comunicación con menor confianza de las personas con un índice de 3.6, mientras que los vecinos y amigos logran casi doblar este indicador con un 6.7.
Las tres mayores demandas de la población, que son pensiones, salud y educación “siguen vinculadas a conceptos como escuchar a la población. Lo que la gente está buscando es principalmente ser tomada en consideración a través de cabildos o asambleas constituyentes y que se los escuche”, aseguró Fabián Duarte. Esto se refrenda con más cifras: Un 76,7 por ciento de las y los encuestados se declara “muy disconforme” o “disconforme” con la actual Constitución, y un 80,7 por ciento considera “muy importante” o “bastante importante” para el país que se cambie la Constitución Política aprobada en dictadura, y un 83,9 por ciento de la gente está “totalmente de acuerdo” o “de acuerdo” con que se cambie la Constitución.
4 de cada 5 encuestados cree que el conflicto social se destrabará si se convoca a instancias de discusión ciudadanas para hacer surgir propuestas, o también con la convocatoria a un plebiscito para aprobar distintas modificaciones, lo que se cruza con que 7 de cada 10 está dispuesto a participar de cabildos. Menos confianza hay en un nuevo paquete de reformas por parte del gobierno (con un 61,7 por ciento de la gente mostrando confianza), la negociación con la oposición de un nuevo paquete (53,2 por ciento) o con la renuncia del Presidente y convocatoria anticipada de elecciones, opción menos popular de resolución del conflicto con un 43,4 por ciento.
Respecto de las modalidades de cambio de la Carta Magna, un 75,7 por ciento de la gente está de acuerdo con la elección de una Asamblea Constituyente para la redacción de una Nueva Constitución, quintuplicando el porcentaje que prefiere dejar este proceso en manos de un grupo de expertos (14,7 por ciento), y dejando en apenas un 3,4 por ciento la confianza en el actual Congreso de encargarse de este hito.
Otros datos destacados son que un 56,4 por ciento de las y los encuestados está de acuerdo con la presentación de una Acusación Constitucional al Presidente, y que un 87,8 por ciento cree que los cambios al gabinete no solucionarán los problemas actuales.
Confianza en las universidades
El rol de las universidades puede ser relevante, considerando la confianza de la gente en dos preguntas importantes: la evaluación de confianza en instituciones y quién podría ser un mejor mediador entre el gobierno y el movimiento social.
Mientras que la institución con mayor confianza de los chilenos en esta medición es Bomberos con un 9.3 en una escala de 1 a 10, las universidades están en quinto lugar en ese listado con un índice de 6.1, más del doble de los partidos políticos, parlamentarios o ministros.
En tanto, en el ámbito de la mediación, las universidades se ubican detrás de las organizaciones sociales, los agentes internacionales y los alcaldes, con un 10,1 por ciento de gente que cree que las entidades de educación superior podrían ser garantes de una mediación adecuada para superar el estallido social.