Una importante reunión se dio este martes 26 de julio entre las autoridades de la Universidad de Chile, representada por la prorrectora Alejandra Mizala; la Universidad Católica, con el Rector Ignacio Sánchez y el director del Centro de Políticas Públicas UC, Ignacio Irarrázaval; el equipo de Tenemos que Hablar de Chile, encabezado por el director ejecutivo Hernán Hochschild y la subdirectora Valentina Rosas; y una delegación del Banco Mundial compuesta por Carlos Felipe Jaramillo, vicepresidente para América Latina y el Caribe, Marianne Fay, directora para Bolivia, Chile, Ecuador y Perú, y Virginia Brandon, representante en Chile.
El objetivo del encuentro fue compartir la experiencia de Tenemos que Hablar de Chile implementando espacios para diálogos complejos con personas de todo el país. En la cita, se presentaron los resultados y aprendizajes de las conversaciones ciudadanas impulsadas por la plataforma desde 2020, como “Chile a escala”, en la que participaron más de 8 mil personas de todas las comunas y regiones del país a través de diversos mecanismos y metodologías para conversar, por videollamada y sin conocerse entre sí, sobre qué cambiar, mantener y mejorar en el país. También se comentó la metodología aplicada en la iniciativa “Chile al 2030: Escenarios de Futuro”, en la que 300 personas de diversas realidades políticas, socioeconómicas y territoriales se reunieron para imaginar los posibles escenarios en la próxima década.
Tras escuchar los hallazgos y el impacto de estas conversaciones en el país, Carlos Felipe Jaramillo destacó que “para nosotros es muy valioso tener la oportunidad de conocer, a través de este proyecto, cuáles son las preocupaciones y los sueños de los chilenos para su futuro. De este modo, podremos nutrir de mejor manera el trabajo que realiza el Banco Mundial para apoyar a Chile en alcanzar un desarrollo más inclusivo y sostenible”.
“Nos pareció que era un real aporte poder generar esto, pero al mismo tiempo recoger el estado de ánimo de la población", señaló la prorrectora de la Casa de Bello, Alejandra Mizala, sobre el rol de ambas universidades en el proyecto. "Es prácticamente un círculo virtuoso en el sentido de que se pone a la gente a conversar, uno aprende muchísimo y además se generan nuevas ideas para poder seguir investigando temas que son muy relevantes para pensar el país hacia el 2030, qué país queremos ser”, agregó.
Por su parte, el Rector Sánchez señaló que se involucraron por dos motivos: “uno, porque la ciudadanía tiene confianza alta en las universidades, y -en segundo lugar- porque pensamos que desde el compromiso público que nos orienta era una manera muy importante de conectarnos con lo que estaba sucediendo realmente en la comunidad nacional. Después de un momento tan difícil por el estallido y la pandemia, que hubiera un levantamiento donde se hiciera conversar a personas fue extraordinariamente positivo”, sostuvo.
En cuanto a las proyecciones del trabajo que seguirá desarrollando Tenemos que Hablar de Chile, su director ejecutivo, Hernán Hochschild, indicó que pusieron a disposición de las y los ciudadanos distintos mecanismos de participación, tanto individuales y grupales, para informarse sobre el proceso constituyente y compartir ideas sobre la propuesta de nueva Constitución.
“Nos hemos enfrentado a la complejidad de generar una discusión sobre la propuesta constitucional en un clima polarizado fuerte. Pese a esto, ya van más de 3 mil participantes a la fecha, y con la información recopilada en estas instancias de diálogo se entregará un informe en septiembre post plebiscito”, comentó.