Hace exactamente siete años atrás, el ex rector Ennio Vivaldi inauguró en la Casa Central de la Universidad de Chile la Sala Museo en homenaje a Gabriela Mistral. Conmemorando los 70 años del Premio Nobel de la destacada escritora, este hito de inauguración fue el puntapié inicial del espacio que gestiona el Archivo Central Andrés Bello.
De acuerdo al equipo del núcleo patrimonial, el nombre del espacio se configura como un homenaje a la primera poeta latinoamericana en recibir el Premio Nobel y rememora tres hitos de su relación con la Universidad de Chile: 1923, reconocimiento de su calidad de profesora; 1954, creación del grado Doctor Honoris Causa para ella -siendo la primera en recibirlo-; y 1957, velatorio de sus restos en el Salón de Honor del Palacio Universitario, única persona en recibir tal homenaje y oportunidad en que cientos de miles de personas entraron a darle un sentido adiós.
Desde su fecha de inauguración, tres han sido las exposiciones dispuestas en el espacio. La primera se tituló “Poema de chile: la escritura sólo acaba con la muerte”; Posteriormente y desde el 26 de abril de 2017 a diciembre de 2018 se presentó “Momento constituyente. Del pueblo a la ciudadanía”. Desde mayo de 2019 y hasta hoy “Mujeres Públicas” atrae a las y los visitantes a conocer la intervención que propone crear un espacio para construir reflexión crítica, abierto a todas las personas y desde el cual se discute el concepto de ¨mujer¨ y de lo ¨público¨.
En esa línea, la vicerrectora de Extensión y Comunicaciones, Pilar Barba, felicitó este aniversario, destacando el hito que marcó este año la Sala Muso al convertirse en un espacio pionero ofreciendo experiencias inclusivas y relevando esto como una acción concreta de vinculación con el medio y extensión. Constituyendo con esto, un espacio real de inclusión, “que nos permite cumplir con lo declarado en la Política de Inclusión y Discapacidad en la perspectiva de la diversidad funcional”.
La académica agregó que como Vicerrectoría “nos alegra poder celebrar un año más de existencia de la Sala Museo Gabriela Mistral. Creemos que es fundamental potenciar espacios como estos en que se generan debate y diálogos que propician las reflexiones ciudadanas, como las que se han podido generar en la exposición Mujeres Públicas. Rescatar la memoria y trabajar con el legado y aporte que tantas mujeres hicieron y marcaron la historia, debe ser una línea conductora para el trabajo de la Universidad".
Al respecto, la directora del Archivo Central Andrés Bello, Alejandra Araya, reflexiona en este aniversario n°7. “Y cómo pasa el tiempo que de pronto son años, en palabras de Silvio Rodríguez. Así es, llegamos a siete años con un proyecto que nos ha dado muchas alegrías y satisfacciones, y nos sigue imponiendo desafíos desde su misión y visión en tanto espacio que toma el pensamiento y acción mistraliano para mover el patrimonio cultural que resguardamos y al mismo tiempo generar otros patrimonios”.
Refiriéndose a la importancia de relevar el trabajo impulsado por la Sala Museo, la historiadora también destaca los esfuerzos realizados por las distintas rectorías durante el periodo transitado. “Sala Museo Gabriela Mistral es un ejemplo, de los muchos que nuestra Universidad tiene, justamente de lo que implica una institución pública y una misión pública. Cecilia Vicuña nos dijo que dábamos útero a la Universidad de Chile. Sala Museo Gabriela Mistral es hoy un espacio cada vez más reconocido en el circuito cultural como un lugar de aprendizajes, de conversación pública, de innovaciones y de reflexión movilizando el patrimonio de forma contemporánea”, plantea.
Para Alejandra Araya, esta fecha es fundamental para recordar las discusiones planteadas en las distintas exposiciones de la Sala Museo. “Para el equipo es importante seguir indagando en Gabriela Mistral como una de las pensadoras más importantes que ha tenido el país, una poeta activista fundamental de lo que hay llamamos derechos humanos de tercera generación y derechos sociales: las infancias, los cuidados, las mujeres, la educación. Creó caminos nuevos, y la propuesta de Sala Museo Gabriela Mistral aprende de ello”.
La encargada de la Unidad de Educación del Archivo Central Andrés Bello y Sala Museo Gabriela Mistral, Nathaly Calderón, repasa estos siete años de trabajo y destaca los procesos que han atravesado como equipo. “Vivimos el reto de volcarnos al mundo digital durante la pandemia y estos últimos meses hemos avanzado en el proceso de la vuelta a la presencialidad, con todas sus complejidades. Por otro lado, este año 2022 desarrollamos un proyecto de infraestructura y museografía inclusiva, con el objetivo de contribuir en la equidad en el acceso a los espacios y a los contenidos. Si bien falta mucho por mejorar, avanzamos algunos pasos hacia la inclusión.
En esa línea, la conservadora y restauradora de la Sala Museo, Katherine Gana, manifiesta su esperanza en este aniversario que reciben con entusiasmo. “Hemos podido presenciar y ser parte de cambios importantes en sus dinámicas, apoyando la entrega de contenido en formatos diversos a través de nuevos aprendizajes en torno a la pandemia. En especial este nuevo aniversario nos regala la apertura del espacio de forma continua, reactivando actividades y visitas que se vieron limitadas los años anteriores, obteniendo buena recepción por parte de los visitantes”.
Otra voz fundamental en el desarrollo de las acciones levantadas por la Sala Museo es la de la mediadora cultural de la Unidad de Educación del Archivo Central Andrés Bello y Sala Museo Gabriela Mistral, Natalia Lara, quien destaca que el trabajo de Sala Museo “pone en práctica uno de los pilares y objetivos principales de la Universidad de Chile, la responsabilidad de contribuir con el patrimonio cultural y con el perfeccionamiento del sistema educacional”.
Finalmente, la también mediadora cultural, Daniela Lehto, recalca la importancia de las exposiciones abiertas al público en la Sala Museo, la que presenta temáticas vigentes en torno a discusiones políticas y sociales actuales. “Por ejemplo, a través de los recursos patrimoniales que ahí se presentan, es posible reflexionar sobre cómo la sociedad chilena ha normalizado discursivamente la violencia contra las mujeres y las disidencias, asunto que sé que materializa hoy sobre todo en los casos de femicidios y su cobertura mediática”.