Señor director:
La posición de la Universidad de Chile sobre la reforma a la educación superior -propuesta por el gobierno el año pasado- es conocida desde hace muchos años, período en que hemos planteado públicamente un nuevo trato del Estado hacia sus instituciones estatales.
La posición del Consejo de Rectores también es conocida y hay un documento aprobado que fue oportunamente entregado a las autoridades del gobierno y del Congreso.
Creo que existe consenso en la importancia de la educación como elemento central para lograr un país más justo, equitativo, solidario y desarrollado.
Es decir, todos sabemos que Chile tendrá graves problemas sociales, políticos, económicos y culturales si no invierte más en educación de calidad, la que requiere formación e investigación.
La Universidad de Chile es la que más investigación realiza en nuestro país y es la que recibe más estudiantes de colegios públicos que obtienen los mejores puntajes en la PSU. Y esto lo hacemos con una gestión de excelencia y recibiendo menos del 10% de nuestro presupuesto de parte de nuestro dueño, el Estado. En Finlandia, a quien queremos emular, en las universidades estatales este porcentaje es del 65%.
En este contexto, lamento que el editorial de La Tercera publicado este sábado no haya mencionado en su análisis, entre otros temas, la obligación de todas las universidades privadas de cumplir la ley vigente que dice que las universidades son corporaciones sin fines de lucro; la importancia de evitar las "universidades de retail" que no investigan e imparten carreras de baja calidad, con lo que en verdad están engañando a sus estudiantes o "clientes"; y la importancia de que haya transparencia a través de una ley que regule el lobby.
El tema de la composición de las mesas de trabajo no ha sido conversado hasta el momento con las autoridades y será analizado en su mérito en el momento oportuno, considerando el rol institucional que cada uno debe desempeñar en un país democrático.
Víctor Pérez Vera
Rector Universidad de Chile