Señor director:
Según informó La Tercera, la Cámara de Diputados prohibió el libre ingreso y circulación de las agencias de lobby por el Congreso Nacional, y se abrió un espacio voluntario en la web de la Cámara para que los diputados puedan registrar las reuniones que tienen con agencias de lobby y grupos de presión.
El presidente de la Cámara explicó que la idea es evitar "presiones indebidas a los diputados, incluso momentos antes de ingresar a las distintas votaciones (...). Es una mala práctica que queremos erradicar". Esta declaración se suma a otras anteriores de parlamentarios que han denunciado que "el lobby oculto es fronterizo con el tráfico de influencias".
Para controlar el lobby, su tráfico de información, influencias y recursos, es necesario que todas las autoridades públicas informen sobre los llamados telefónicos, correos electrónicos y reuniones formales o sociales que reciben de parte de agencias de lobby, decisión que podría ser aplicada voluntariamente desde hoy y confirmada a través de una ley con discusión inmediata. Esta ley también podría forzar a las agencias de lobby a informar públicamente sobre su lista de clientes y los temas que están planteando a cada autoridad.
No hay ninguna justificación para aceptar que en Chile haya un lobby oscuro que realiza gestiones o presiones para forzar la voluntad democrática a favor de intereses particulares, más aún en momentos en que se están tramitando o dejando de tramitar proyectos de ley de gran interés social, cívico y económico.
Víctor Pérez Vera
Rector Universidad de Chile