SANTIAGO.- El rector de la Universidad de Chile, Víctor Pérez, se pronunció sobre la radicalización que ha tenido el movimiento estudiantil estas últimas semanas y llamó a los estudiantes a deponer la toma de la casa central de la universidad. No obstante, también realizó una crítica a la respuesta del Gobierno ante las demandas del movimiento estudiantil y de las universidades públicas.
Respecto de la toma de la casa central, que mantiene un grupo de estudiantes desde la semana pasada, el académico afirmó que "puedo entender sus argumentos, pero no justifico y rechazo esta acción". Argumentó que ese recinto "es un ícono de la educación pública pluralista, laica, diversa y tolerante" y que su ocupación "viola esa condición y violenta a nuestra comunidad".
"Por más que podamos comprender el contexto y la coyuntura y experimentar la frustración que genera el que muchas demandas estudiantiles y ciudadanas no sean oídas, absolutamente nada puede justificar acciones que violenten la convivencia al interior de nuestra comunidad y que causen erosión en nuestra institucionalidad", subrayó.
Por este motivo, llamó al "inmediato desalojo pacífico" de la casa central, "para restablecer los valores, los símbolos y la convivencia, hoy gravemente afectados". "Hago un llamado a los estudiantes que se encuentran ocupándola a hacer abandono de ella y permitir el libre tránsito y el desarrollo de todas las actividades propias de ese espacio", señaló.
El rector también criticó la respuesta que ha tenido el Ejecutivo ante las demandas de los estudiantes, afirmando que sus medidas tienden a incrementar el rol del mercado en la educación y que no ha asumido su responsabilidad hacia las universidades públicas.
"Como resultado de los movimientos estudiantiles del año pasado el Gobierno decidió invertir en educación por la vía de mejorar el financiamiento a la demanda, es decir a los estudiantes, intensificando de paso el rol del mercado y el ámbito competitivo en la enseñanza, manteniendo de esa manera el rol subsidiario de un Estado que prefiere no retomar su responsabilidad con la educación pública", afirmó.
Sostuvo que "en nuestra opinión, la educación basada en la competencia por los estudiantes fatalmente privatiza la educación pública, aunque el Estado mantenga la propiedad de las instituciones". Por este motivo, afirmó que aún "permanece la demanda largamente insatisfecha que reclama un apoyo claro para preservar la educación pública de calidad y para todos".
Llamado "urgente" al diálogo
Ante el actual escenario, el rector realizó un "llamado urgente" a establecer instancias de diálogo entre los estudiantes, las universidades, el Gobierno y el Parlamento, con el fin de encausar el debate de tal modo de "responder adecuadamente a las demandas ciudadanas". "De lo contrario, se estarán generando condiciones de frustración e indignación social que no son sanas para una democracia estable", apuntó.
El académico también llamó al Congreso Nacional y a las autoridades políticas a "avanzar con mayor celeridad en la tramitación de los proyectos de ley que están siendo estudiados desde hace meses, con el fin de producir las reformas que reflejen efectiva y cabalmente las demandas educacionales de los estudiantes, de las comunidades universitarias y de los distintos sectores nacionales".
Finalmente, llamó a toda la comunidad universitaria a "luchar con fuerza por sus convicciones, porque el país necesita universidades públicas de calidad, porque la educación no es una mercancía", pero al mismo tiempo les pidió "realismo, respeto y consistencia entre lo que predicamos y lo que practicamos".