"Si aceptamos que cualquier grupo, interno o externo, puede entrar a nuestra Casa Central y hacerla suya impunemente, estaremos, en los hechos, condenados a que su simbolismo se vuelva vacío", sostiene la misiva.
En el documento, la autoridad universitaria cuestiona la forma en que el Gobierno enfrentó las demandas estudiantiles del año pasado.
"Decidió invertir en educación por la vía de mejorar el financiamiento a la demanda, es decir, a los estudiantes, intensificando de paso el rol del mercado y el ámbito competitivo de la enseñanza, manteniendo de esa manera el rol subsidiario de un Estado que prefiere no retomar su responsabilidad con la educación pública", afirma el rector de la Universidad de Chile.