El Rector de la Universidad de Chile, Víctor Pérez, insistió en su llamado a deponer la toma de la casa central, que mantiene hace varias semanas un grupo de estudiantes, y afirmó que esta acción constituye un "autoaniquilamiento" para quienes buscan una mejor educación pública.
Mediante una declaración, el académico reconoció que "el estado actual de la educación chilena muestra una profunda crisis". Pese a esto, expresó su categórico rechazo a la toma de la casa central. "Manifiesto, en forma enfática, mi rechazo a la toma de la casa central y a los violentos enfrentamientos que han tenido lugar en ella", sostuvo el rector.
A su juicio, la ocupación del edificio "se torna día a día en un autoaniquilamiento de los valores que todavía pueden sostener la idea de una educación pública equitativa y de calidad".
El rector manifestó su especial preocupación por los hechos de violencia que se han producido en el lugar, donde incluso se han visto personas encapuchadas, y por el riesgo en que se encuentra el inmueble y el Archivo Central Andrés Bello.
"Los violentos enfrentamientos que tuvieron lugar el jueves y sábado en la casa central, entre carabineros y personas que estaban en su interior, muchas con sus rostros cubiertos, han demostrado el riesgo en que se encuentra el edificio y el Archivo Central (...) Allí se resguardan colecciones que han sido declaradas Monumentos Históricos por el Consejo de Monumentos Nacionales", señaló.
Por esto, advirtió que "el peligro inminente es la posibilidad de destrucción del patrimonio y, junto a él, de todos los contenidos de libertad del pensamiento, de creatividad y de luchas por democratizar los saberes".
Sostuvo que le "llama la atención que quienes luchan por una educación pública y de calidad no tengan en sus reflexiones que justamente es la Universidad de Chile la que hace posible ampliar los horizontes utópicos y la que permite el libre decurso de las nuevas ideas y el debate sobre la necesidad de los cambios sociales".
Junto con el riesgo del patrimonio material, el rector advirtió que la toma del inmueble impide asimismo que la universidad concrete el rol de reflexión y discusión que debería cumplir en el actual escenario de crisis en la educación. "La violencia que se concentró en nuestra casa central la semana recién pasada impide que la comunidad desarrolle actividades universitarias oportunas en torno a la crítica situación de las políticas públicas en educación", afirmó.