Víctor Pérez Vera
Rector Universidad de Chile
"En los cien años de vida que mañana cumple la Universidad de Chile, ha habido una gran evolución en las tareas fundamentales que esta institución está llamada a desempeñar.... A la época en que se fundó la Universidad de Chile había un atraso intelectual y moral más o menos general en este país. Barros Arana decía que 'unos creían que, proclamando la libertad de discusión, la Universidad iba a poner en peligro la subsistencia de las ideas tradicionales, que se consideraban el fundamento del orden social, y otros sostenían que la nueva institución, imponiendo sus doctrinas, iba a coartar el vuelo al pensamiento y a convertirse, más o menos francamente, en sostén del vetusto régimen intelectual que la revolución política y social de 1810 no había alcanzado a modificar' ".
Así escribía el 18 de noviembre de 1942, en el diario "El Mercurio", quien fuera rector de la Universidad de Chile (1927-1928), don Daniel Martner.
En su centenario, al igual que hoy, en la Universidad resonaban las palabras de Bello, ya convertidas en cimiento profundo de nuestra cultura institucional: "La universidad, señores, no sería digna de ocupar un lugar en nuestras instituciones sociales si (como murmuran algunos ecos oscuros de declamaciones antiguas) el cultivo de la ciencias y de las letras pudiese mirarse como peligroso bajo un punto de vista moral o bajo un punto de vista político".
La Universidad de Chile cumple 170 años de vida como universidad pública; un aniversario que tiene una honda significación dentro del contexto histórico nacional y global. No hay celebración sin memoria, sin una pregunta por los orígenes, por las genealogías y por el devenir.
La memoria de estos 170 años restituye el compromiso y el nexo ineludible de nuestra casa de estudios con el Estado, con los diversos problemas del país y con la ciudadanía. Asimismo, la mirada sobre el pasado evoca a los hombres y mujeres que han hecho de esta universidad un cuerpo pensante, vibrante, abierto al desarrollo y a la construcción de la sociedad chilena. Andrés Bello, Valentín Letelier, Ignacio Domeyko, Eloísa Díaz, Juvenal Hernández, Amanda Labarca, Elena Caffarena, Jorge Millas, entre otros, labraron el pensamiento, la acción y la silueta de las épocas que les correspondió vivir.
La memoria que evocan estos 170 años trae a escena el sentido republicano de nuestra existencia. Es un aniversario plasmado en los valores que dotan a la Universidad de Chile de su sello, su identidad y su destino: el pluralismo, la libertad de pensamiento, la excelencia, la mirada no complaciente a la realidad.
Como todo recuerdo, realizamos esta conmemoración desde el presente de nuestra universidad. Con orgullo podemos decir que pese a todos los avatares que la institución ha experimentado -por pertenecer al Estado, por ser parte del desarrollo de Chile, por participar junto a él de sus vaivenes políticos, sociales y económicos- somos la mejor universidad del país en investigación, publicaciones, posgrado y pregrado, y una de las diez mejores en Latinoamérica.
Seguimos bregando internamente por la calidad, la equidad y la igualdad de oportunidades para sus estudiantes, sus académicos y académicas, y su personal de colaboración, perfeccionando nuestro quehacer al ritmo de los tiempos.
Con alegría podemos afirmar que la Universidad de Chile mira con optimismo al futuro desde las sólidas bases de su origen y desde los pivotes de su presente, abierta a los desafíos de la mundialización del conocimiento y a los retos que los cambios culturales de la sociedad del conocimiento impondrán a las nuevas generaciones. En este aniversario reafirmamos nuestra voluntad para continuar luchando por la igualdad, el desarrollo humano y la libertad, y por fortalecer la educación pública de calidad y equitativa en el país.
Al cumplirse hoy 170 años de la Universidad de Chile, su comunidad universitaria le dice con orgullo a su propietario, todos los chilenos y chilenas, lo dicho hace 140 años, el 4 de octubre de 1872, por el rector Ignacio Domeyko: "Honor i gratitud a los fundadores de nuestra Universidad, que animados de las ideas más sanas i liberales, se esforzaron en crear una institución llamada a ser un foco para cultivo de letras i ciencias, i que tuvieron bastante fe en que se hallaran en la nación hombres inteligentes i entusiastas dispuestos a poner desde luego la mano en la obra. Sus esperanzas no han sido frustradas".