El rector de la Universidad de Chile, Víctor Pérez, llamó a terminar con el modelo educacional privado y postuló la creación de una nueva iniciativa Bicentenario que sirva para dar impulso a este sector en nuestro país.
En la inauguración del año académico del plantel, Pérez repasó las acciones implementadas en educación en los últimos años, que calificó de "parches y retazos, sin hilo conductor aparente".
"Son cambios que han surgido más como resultado de las negociaciones para superar conflictos sociales coyunturales y a espaldas de la ciudadanía, que como resultado de una política pública de Estado", denunció.
"Un ejemplo de cambio 'gatopardista' es el actual proyecto de Superintendencia de Educación Superior, entidad que solo la Universidad de Chile defendió en junio en 2011, contra la oposición y descalificaciones de muchos quienes hoy aparecen como sus grandes impulsores y defensores", agregó.
El rector del plantel universitario consideró que dicho proyecto "es deficiente y, lejos de desterrar el lucro en la educación superior, pretende legalizarlo por la vía de regular las relaciones entre empresas relacionadas y las universidades".
Pérez planteó la urgencia de dar un giro audaz en las políticas públicas educacionales y advirtió de los riesgos que corre el desarrollo de nuestra sociedad si permitimos que el Estado preserve el modelo educacional privatizador y mercantil -impuesto por el régimen militar - que terminará extinguiendo y marginalizando social y económicamente a la educación pública.
Recursos para mejoramiento
Pérez propuso aplicar con efectividad mecanismos como el de las iniciativas Bicentenario para impulsar cambios significativos en el sistema educacional.
"Con 500 millones de dólares en 10 años es posible financiar una iniciativa Bicentenario para que cinco facultades de Educación en el país tengan la capacidad y compromiso de transformarse, en ese período, en centros de reconocida excelencia internacional en esta área", destacó.
Agregó que dichas entidades deberían apuntar a convertirse "en los nodos dinámicos de una red nacional de Facultades de educación con la tarea de mejorar sustantivamente la formación docente en todos sus niveles y el desarrollo académico del área".
Entre los cambios se cuentan proyectos que impliquen inversiones en infraestructura, equipamientos y laboratorios de última generación; concursos internacionales para traer al menos 200 académicos con doctorado en los próximos cinco años; alianzas con facultades de Educación del más alto nivel internacional; una red de establecimientos escolares y jardines infantiles, con asiento en sectores sociales vulnerables, y creación de centros de experimentación didáctica y de plataformas web para que todos los educadores del país accedan a los desarrollos logrados.
"Una bofetada a todo el país"
Aunque afirmó que no es la intención de la Universidad de Chile oponerse a la educación particular ni a la libertad de enseñanza, Pérez consideró que en la actualidad "sólo un sector minoritario de la población puede ejercer en pleno esa libertad de elección, no así las familias de los sectores medios y más vulnerables de la población, quienes no tienen la capacidad de pago para elegir libremente".
"Chile no puede seguir tratando de taparse la cara y no ver que los niños y niñas de los sectores más vulnerables son condenados de por vida", agregó. "Es una bofetada a todo el país".
"La ciudadanía se cansó de solicitar, y ahora exige que la educación sea un derecho social de ciudadanía, exige tener igualdad de condiciones para elegir la educación de sus hijos e hijas, y exige que los colegios públicos tengan, a lo menos, igual calidad que los colegios particulares pagados para que sean una real opción al momento de elegir. Entonces se podrá decir que hay libertad de enseñanza", advirtió.
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