"Sólo cuando esas miles de madres reencuentren a sus hijos e hijas, sólo entonces podremos hablar de que existe la esperanza de una reconciliación en nuestro país", expresó el rector Pérez, en una emotiva ceremonia en el patio Domeyko de la casa central de la universidad, que estuvo repleto de académicos, funcionarios, estudiantes y familiares de detenidos desaparecidos.
Después de una petición del rector, varios asistentes a la ceremonia fueron gritando a aquellas y aquellos nombres de personas de la universidad a quienes recordaron, y que fallecieron el 11 de septiembre de 1973.
La máxima autoridad de la universidad dijo que "la puerta obscura de la universidad se llene de luz, eso es lo que hoy hemos deseado, rectificar los dolores con el horizonte de ir construyendo día a día una Universidad de Chile que incluya y modele desde su interior el alma de Chile plena de democracia, de pluralidad y de justicia. Reflexionar, recordar y pensar sobre lo acontecido no es sino el ejercicio de cimentar el futuro, y el que anhelamos es el de la inclusión, en la que todas y todos seamos parte de esa agua fresca, de ese río sonoro y de esas salas firmes de la libertad".
También habló a los presentes el profesor Humberto Gianini, quien pidió que la universidad recupere el Instituto Pedagógico. "Ojala vuelva a ser nuestra una Facultad de Filosofía y de Educación, un instituto pedagógico; espero que tengamos esa posibilidad para empezar a recuperar la educación en Chile", dijo.
FIELBAUM: ¿ES POSIBLE QUE EXISTA PERDON SIN REPARACION?
Por su parte, el presidente de la FECh, Andrés Fielbaum, dijo en un discurso que la palabra perdón ha sido repetida varias veces en estos días, "sin embargo, ¿es posible que exista perdón sin arrepentimiento?, ¿es posible que exista perdón sin reparación?; no quiero cuestionar la honestidad de quienes en estos últimos días han pedido perdón, pero quiero dejar en claro que mientras no haya justicia, cualquier perdón será insuficiente".
"Si 20 años después -añadió el dirigente universitario-, seguimos creyendo en la educación, salud y previsión de Pinochet, entonces no podemos seguir echándole la culpa solamente a Pinochet. Sabemos que los derechos no se piden, sino que se conquistan, y por lo tanto vamos a seguir movilizándonos hasta que nuestros derechos básicos sean garantizados por el Estado, que la vida sea digna para cada uno de los habitantes de este país y especialmente hasta que la herencia de la dictadura se haya ido", explicó Fielbaum.