Un proceso institucionalizado, coordinado, participativo, socializado, formativo y pensado estratégicamente. Esas son las características que han marcado el proceso de Innovación Curricular al interior de la U. de Chile, iniciado el 2001, y donde, a la fecha, un 70 por ciento de las carreras y programas han comenzado la implementación de planes en esta línea, mientras que el resto está en proceso de diseño, con distintos niveles de avance.
Pero, ¿qué implica un proceso de estas características? Como explicó la directora de Pregrado, Leonor Armanet, la Universidad “ha iniciado un camino de transformación en la manera de concebir, diseñar, articular, gestionar la formación de pregrado”, la que representa “parte del corazón de la institución y una de las formas más concretas en las cuales cumplimos nuestra misión al servicio de las necesidades del país, fomentando el desarrollo de una sociedad más justa e igualitaria”.
La innovación curricular es un proceso permanente y complejo, en el cual las unidades académicas evalúan sus programas de formación, las habilidades que los estudiantes necesitan, las metodologías de enseñanza-aprendizaje, los avances en el conocimiento y muchos otros factores. Como explicó Francisca Corvalán, jefa de la Unidad de Docencia del Departamento de Pregrado, tiene entre sus objetivos “propiciar la integración de nuevos saberes y competencias, que permitan abordar una sociedad cambiante, compleja y diversa”.
Para Viviana Sobrero, jefa del área de Gestión de la Formación del Departamento de Pregrado, estos cambios responden a la necesidad “de avanzar hacia un proceso de formación universitaria que abandone progresivamente el paradigma centrado en la enseñanza y privilegie uno centrado en el aprendizaje”.
Más allá de la malla
Este fue el tema central del Primer Seminario de Experiencias de Innovación Curricular de la U. de Chile, organizado por el Departamento de Pregrado, instancia en la que representantes de diferentes unidades académicas se reunieron a intercambiar información y experiencias respecto a los procesos que han ocurrido en las facultades e institutos de la Casa de Bello, que, como detalló Sobrero, “trató de hacer partícipes a nuestros académicos y académicas y a la comunidad toda, en la construcción de un enfoque de docencia universitaria que privilegie tipos de interacción inclusivos”.
Fue en el marco de este encuentro que Luis Eduardo González, director del Área de Políticas y Gestión Universitaria del Centro Interuniversitario de Desarrollo (CINDA), ofreció la clase titulada “Innovaciones curriculares en la Universidad de Chile, una expresión de compromiso con los estudiantes y con la sociedad”.
En ella, González explicó que un proceso de estas características va más allá de la malla ya que “tiene que ver con todo lo que implica una carrera o programa”, incidiendo así en la formación y en “cómo alguien reaccionará frente a la realidad”.
“Todo cambio tiene una orientación y una intencionalidad y un conjunto de valores que lo guían. Cambiar de posición una asignatura es solo un cambio en la malla curricular, no es un cambio curricular”, detalló el experto, para quien, en definitiva, la innovación curricular es un “compromiso con los estudiantes y la sociedad”.
Bajo la perspectiva del proceso de innovación curricular desarrollado en nuestra institución, este primer seminario se propuso sistematizar los aprendizajes, a partir de la experiencia de las propias carreras y valorizar los procesos internos a fin de promover la apropiación de los sentidos de la innovación en el contexto de una comunidad universitaria y propiciar la reflexión sistemática y rigurosa respecto de la formación de sus estudiantes.
Por ello, el evento contó con la mesa de conversación “Análisis de logros, dificultades y aprendizajes de la Innovación Curricular en la Universidad de Chile” que estuvo integrada por Verónica Aliaga, de la Facultad de Medicina; Mauricio Núñez, de la Facultad de Filosofía y Humanidades; y Pamela Smith, de la Facultad de Arquitectura y Urbanismo, quienes abordaron los casos de sus respectivas unidades académicas.
En la ocasión también se expusieron los 19 póster con que las distintas facultades e instituctos compartieron sus experiencias en torno al proceso de innovación curricular desarrollado desde el año 2001, los que se encuentran disponibles acá.
Así, la Universidad de Chile continúa desarrollando esta iniciativa, que se ha visto potenciada por el Plan de Mejoramiento Institucional del Ministerio de Educación, adjudicado fines del año 2015, titulado “Transformando la formación de pregrado de la Universidad de Chile a través del fortalecimiento de la cultura de excelencia y de valoración de la diversidad”.