La comunicación entre padres e hijos es fundamental al momento de buscar un buen desempeño de los estudiantes en sus colegios. Temas como la responsabilidad, la puntualidad y los buenos hábitos de estudio y disciplina resultan ser fundamentales cuando se trata de mejorar el rendimiento, temáticas que generalmente parten en la casa y se transmiten y replican en los establecimientos educacionales. Estos puntos son los que se abordaron en la primera sesión de la "Escuela para padres" el día miércoles 12 de abril, dando inicio al proyecto participativo que se desarrolla en el Centro Educacional Valle Hermoso y que está dirigido a las madres, padres y apoderados del establecimiento, proyecto que busca aportar al desarrollo de los estudiantes a partir del mejoramiento de las habilidades parentales.
Los proyectos participativos forman parte de la estrategia del Programa de Acompañamiento y Acceso Efectivo a la Educación Superior (PACE - UCH) dependiente de la Oficina de Equidad e Inclusión, de la Vicerrectoría de Asuntos Estudiantiles y Comunitarios que busca la vinculación entre las comunidades a partir del desarrollo de proyectos propuestos por los mismos establecimientos a través de sus mesas educativas, que responden a necesidades particulares diagnosticadas por los distintos actores que conviven en la comunidad educativa. En el caso del Centro Educacional Valle Hermoso, se reconoció que una de las principales problemáticas de sus alumnos correspondía a los constantes atrasos e inasistencias, las que repercuten en el rendimiento académico y personal. Por esto, se vio la necesidad de generar una instancia donde se pudiera trabajar este problema, abordándolo en conjunto con quienes deben velar porque esto no ocurra: Las madres, padres y apoderados de los estudiantes.
La jornada fue convocada por el mismo establecimiento en un formato de reunión de apoderados dirigido tanto al ciclo de educación básica como media. En la ocasión, Fabián Retamal, Yorka Álamos y Nicolás Peña – miembros del equipo del PACE-UCH presentaron los lineamientos generales del programa, transmitiéndole a los apoderados la importancia de involucrarse en el mismo, acompañando a sus pupilos en los distintos procesos que se desarrollan en el establecimiento. Luego de esta presentación, se dio la partida a la primera sesión del proyecto.
El proyecto participativo se estructuró como una “Escuela para padres”, a partir de una lógica de taller a cargo del experto en educación José Miguel Fuentealba, quien estará a cargo de la totalidad de las sesiones durante el resto del año. Con un estilo original y dinámico, José Miguel presentó las ideas-fuerza que guían el taller a partir del diagnóstico de la realidad del colegio, e invitando a los apoderados a participar en las siguientes sesiones. “Tenemos un gran desafío por delante. Uno de los grandes objetivos del proyecto y del programa es estar acá, construyendo y compartiendo en los mismos territorios”, señala José Miguel una vez finalizado el taller. Y continúa, “se vienen grandes sesiones, algunas de generalidades y otras que están relacionadas a proyecciones de futuro a partir de otros conocimientos, como la neurociencias o el desarrollo de habilidades para la vida”.
Los asistentes se mostraron muy entusiasmados con lo presentado, ya que no esperaban encontrarse con una actividad de este tipo que apelara a un trabajo participativo para mejorar prácticas parentales. “Estoy súper agradecida. Está todo integrado, es una maravilla que tengan este programa y que realicen estas actividades”, señaló una de las asistentes. “El taller me sirvió para aprender a mejorar para ayudar a mis hijos. Creo que es muy útil que hagan esto y seguiré viniendo a las otras sesiones”, comentó otra apoderada que asistió al taller.
Las siguientes sesiones del taller, cinco por cada ciclo de educación básica y media, se realizarán media hora antes de cada reunión de apoderados, programadas cada dos meses, y se abordarán distintas problemáticas en la relación entre apoderados y estudiantes, mejorando habilidades parentales e instalando estrategias para la superación de las mismas. Los temas a tratar serán la deserción escolar, la neurociencia aplicada a la educación, las tecnologías educacionales, habilidades para la vida y una sesión final de evaluación del programa.
“Este proyecto nace desde la comunidad educativa y responde a una problemática localizada diagnosticada por ellos mismos, por lo que esperamos que sea un aporte al desarrollo tanto académico como personal de los estudiantes, integrando este trabajo al que realizamos como programa a través de las distintas estrategias que venimos desplegando hace algunos años en el establecimiento educacional Valle Hermoso”, señala Nicolás Peña, encargado de la gestión de los proyectos participativos PACE-UCH 2017.