Aclarando que su perspectiva viene de su condición de ser una mujer puertorriqueña que trabaja en una universidad estadounidense, la académica Dra. Rosa Cintrón, recomendó a los participantes tomar lo que tenga sentido para cada uno en su propio contexto y definiéndose como maestra, comenzó el conversatorio planteando preguntas y generando un diálogo constante con los docentes, profesionales y estudiantes presentes.
En una exposición trazada desde la experiencia, la profesora Cintrón compartió y conversó tanto acerca de su vida y el poder transformador que tuvo la educación en ella, como de su rol docente y la metamorfosis que experimentó en su carrera académica, pasando de ser una profesora tradicional a ocupar muchos roles diversos (madre, taxi, sacerdote, consejera, enfermera, etc.) para acoger y dar respuesta a las variadas necesidades de sus estudiantes, en tanto personas en formación. De esta forma, la docente fue formulando preguntas como ¿cuál es la idea de universidad que tienen? ¿cuál es su propósito? ¿cuáles son las oportunidades y desafíos de incluir a todas y todos en la universidad? o ¿la universidad está preparada para integrar?, que fueron guiando la discusión y motivando la participación del público.
Se reconocieron entre la concurrencia tensiones existentes, por ejemplo, entre la idea de excelencia e inclusión, desarrollándose también un debate en torno a quiénes deben asistir a ella y qué oportunidades deben dar las instituciones de educación superior, tanto para el acceso como para la permanencia y el egreso de todas y todos los estudiantes. En este sentido, la expositora cuestionó “¿de qué vale abrir las puertas si nadie se gradúa?” y recalcó la importancia de definir pautas para la trayectoria académica de los estudiantes, con programas oportunos en cada etapa.
Haciendo un recorrido histórico por los hitos relacionados a la diversidad e inclusión en Estados Unidos, por otra parte, la invitada internacional enfatizó en que este es un proceso que si bien comenzó hace muchos años con la abolición de la esclavitud en 1863, está legislado y cuenta con recursos, es algo aún no resuelto. De todas formas, a partir del interés de los asistentes por conocer la realidad estadounidense, Cintrón comentó que en Estados Unidos la inclusión en las universidades está normada por ley, existen muchos recursos para su aplicación, formación docente con distintos incentivos para entender la realidad diversa de sus estudiantes, oficinas especiales que se ocupan de los estudiantes con discapacidad y servicios estudiantiles que buscan que el camino sea más fácil.
Como parte de su vivencia, señaló que sin duda la falta de preparación académica de los estudiantes repercute en el trabajo docente, ya que en su caso, entre un 30% y 40% de ellos llega con dificultades de escritura y lectura, por ejemplo. “¿De quién es la responsabilidad de estas deficiencias? hay gente que piensa que estos estudiantes no deben estar en la universidad ¿cuántos de ustedes piensan eso?”, indicó.
En este sentido, fue tajante al señalar que “yo me pruebo como profesora, como docente, que sé cómo enseñar cuando hay estudiantes que debes llevar de la mano. Ahí yo soy maestra (...) los que llegan sabiéndolo todo, no nos necesitan”, puntualizó, recalcando una postura con la que muchos de sus colegas no están de acuerdo, aclaró. “Para mí, eso es una universidad que tiene corazón”.
En la opinión de Anita Rojas, jefa de la unidad de Aprendizaje del Departamento de Pregrado, la experiencia de inclusión de la profesora Cintrón “conmueve y moviliza. Ella logra adhesión personal, su espíritu y cómo lo transmite, pienso, no dejó indiferente a ninguno de los que la escuchamos”. Y respecto a su aporte a la discusión sobre el tema en la Universidad de Chile, agregó que “creo que deberíamos quedarnos con la pregunta abierta de ¿cómo institucionalmente nos hacemos cargo de una inclusión efectiva? Es cierto, tenemos una política de equidad e inclusión como marco general que nos moviliza y sobre y con la cual debemos seguir trabajando, sin olvidar lo trascendental de mover los marcos normativos para que las cosas ocurran”.
Por su parte, Francisca Corvalán, jefa de la unidad de Docencia del Departamento de Pregrado, comentó que “es muy relevante conocer el proceso de transformación experimentado por un académico, pues esto nos permite evidenciar que los cambios son posibles. Asimismo, Rosa Cintrón reafirma que un contexto educativo basado en la equidad e inclusión de la diversidad, genera mejores aprendizajes para todas y todos los actores que son parte del proceso formativo. Sin duda, fue un gran aporte poder escuchar su experiencia”.
Otros asistentes, al finalizar el conversatorio, expresaron su agradecimiento por lo enriquecedor de éste, por recordar el poder transformador de la educación, por lo sincera de su mirada y por plantear el desafío de más allá de ser profesores inclusivos, ser personas inclusivas.