En la sesión de este jueves del organismo universitario, la Casa de Bello dio un nuevo paso en materia de igualdad e inclusión, al aprobar la “Política de Corresponsabilidad Social en la Conciliación de las Responsabilidades Familiares y las actividades Universitarias".
La medida -cuya trayectoria ha sido trabajada en conjunto por la Oficina de Igualdad de Oportunidades de Género de la Vicerrectoría de Extensión y Comunicaciones, junto al Movimiento de Padres y Madres Universitarias (MAPAU), la Vicerrectoría de Asuntos Estudiantiles y Comunitarios, la Vicerrectoría de Asuntos Académicos, la Dirección Jurídica y la FECh- tiene por objetivo instalar la idea de la corresponsabilidad social en el cuidado de hijos e hijas de los integrantes de la comunidad universitaria, a fin de que puedan desarrollar sus trayectorias, quehaceres y potencialidades en la institución.
“Me parece un gesto de ciudadanía, humanidad y de respetar los derechos elementales”, destacó el Rector Ennio Vivaldi, para quien tomar medidas para enfrentar este tipo de desigualdades es un gran avance institucional. “Creo que lo más importante es que el problema ha estado ahí por mucho tiempo y que es fácil mirar para el lado y no asumir, por lo que creo que la Universidad se haga responsable de esta situaciones habla muy bien de nosotros y de un esfuerzo por humanizarnos cada día más”.
Los lineamientos de esta política apuntan a generar una conciliación de las dimensiones de trabajo y familia en la Universidad de Chile, basado en el paradigma de la corresponsabildad, el que implica reconocer esta labor como compartida entre diferentes agentes y no solamente en las mujeres, entre ellos, el Estado –y en él sus universidades-, la familia y privados: es decir, entre hombres y mujeres.
Es por ello que en el marco de esta política se incluirá la provisión de servicios de cuidado y educación inicial para estudiantes, académicas(os) y personal de colaboración, en el marco del convenio con la JUNJI; la conciliación entre el desempeño de responsabilidades estudiantiles y familiares, a partir de modificaciones normativas; y el estudio cuantitativo y cualitativo de la situación de los padres y madres universitarios, entre otros puntos.
Para la vicerrectora de Extensión y Comunicaciones, Faride Zeran, estas decisiones institucionales “posicionan a la U. de Chile a la vanguardia en la materialización de una política amplia de género. Nuestra preocupación es integral y cada avance, como la votación de la semana pasada, donde se aprobó la Política para prevenir el acoso sexual, es parte de una mirada estratégica que persigue, en todo ámbito, la equidad de género al interior de la U. de Chile".
Por su parte, la directora de la Oficina de Igualdad de Oportunidades de Género, Carmen Andrade, señaló que este paso repercute en “una cosa bien de fondo: que el cuidado de los niños en este caso, se desprivatiza, dado que esto ha sido hasta ahora entendido como una responsabilidad familiar, léase, una responsabilidad de las mujeres”.
Al mismo tiempo, Andrade destacó que este paso “marca un debate para el país respecto a cómo hacerse cargo de lo que se ha llamado la crisis del cuidado. Creo que en este sentido la Chile marca horizonte para un debate de política pública que es más general”.
Por otra parte, la directora de la Oficina de Género destacó que esta medida es una oportunidad que tiene que ver con los primeros jardines universitarios en el país, a través de los cuales “está la posibilidad de incidir en el currículo de la educación pre escolar. Nosotros podríamos entender que estos sean jardines experimentales del mismo modo que alguna vez lo fue el Liceo Manuel de Salas, y podríamos estar incidiendo ni más ni menos en el desarrollo del curriculum educativo de la formación inicial chilena”.
Juan Cortés, vicerrector de Asuntos Estudiantiles y Comunitarios valoró “este trabajo transversal de la U. de Chile, que constituyó una tarea extremadamente grata y ardua pero con un tremendo resultado”.
“Estamos súper agradecidas de todos quienes nos ayudaron en esta larga lucha”, señaló Estefanía Álvarez, de MAPAU. “Mi hija tenía dos años cuando empezamos y ahora tiene seis, y mi hijo 3 y tiene 7 ahora, entonces este es un gran logro para quienes peleamos por la igualdad de género, por los derechos y la inclusión”.
Finalmente, la representante estudiantil manifestó que van a continuar posicionando este tema “más allá, porque la Universidad de Chile tiene como principio no solamente ver por ella misma, sino que por toda la sociedad, por lo que tenemos también el compromiso de llevar esto y replicarlo en otras universidades”.