Reformar la formación de los futuros agrónomos para guiar la transición hacia una agricultura sustentable y competitiva es el principal desafío de NEXTFOOD, un proyecto internacional en el que la Facultad de Ciencias Agronómicas de la Universidad de Chile es el único representante latinoamericano y que este mes ganó financiamiento del programa Horizonte 2020 de la Unión Europea. La iniciativa, integrada por 19 universidades y centros de investigación pertenecientes a 13 países, tiene como eje estratégico la implementación de un modelo de enseñanza más participativo y centrado en los problemas concretos del sector agrícola.
La Facultad fue invitada a participar en NEXTFOOD en el marco de la plataforma de Cooperación Académica Chile-Suecia (ACCESS) y del foro binacional que reunió a los principales planteles de ambos países el pasado mes de agosto. La instancia, en aquella oportunidad, propicio la visita de una delegación encabezada por el decano Roberto Neira a la Universidad Sueca de Ciencias de la Agricultura, institución que lidera el proyecto y con la cual la Universidad de Chile mantiene una cooperación e intercambio de larga data. Durante el encuentro, autoridades y académicos de ambos planteles generaron el acercamiento para integrar a la Universidad de Chile en este desafío.
De acuerdo al director de Postgrado de la Facultad de Ciencias Agronómicas, Osvaldo Salazar, una de las primeras tareas asociadas a la puesta en marcha del proyecto estará centrada en "un trabajo de diagnóstico de nuestro sector agrícola, de las mallas curriculares y de nuestros alumnos. Incluso, dentro del proyecto, se plantea la elaboración de un protocolo europeo de acreditación de enseñanza en la producción de alimentos. Eso quiere decir que las universidades que deseen esta acreditación deberán cumplir con estándares que permitan desarrollar las habilidades necesarias para una transferencia tecnológica hacia los agricultores y avanzar hacia una agricultura sustentable".
Durante los próximos años, el trabajo estará centrado en "las necesidades reales de los agricultores y cuáles son las capacidades y habilidades que deben tener los profesionales que los asesoran para poder guiarlos hacia el establecimiento de una agricultura más sustentable y competitiva", señaló el profesor Salazar. Bajo este marco, la Facultad tendrá como una de sus prioridades la cooperación con la Cooperativa Campesina Intercomunal de Peumo (Coopeumo), agrupación que reune a 300 pequeños agricultores de la región de O'Higgins. "Ellos van a ser un foco principal con los que trabajaremos en el levantamiento de información para este proyecto, sobre todo en cómo ellos buscan avanzar desde un modelo de monocultivo hacia un sistema de producción de hortalizas que, por ejemplo, genera mayores retornos y utilidades para los agricultores y sus familias", agregó.
Trascendencia de Horizonte 2020
Horizonte 2020 hoy es el principal instrumento de la Unión Europea para financiar actividades de investigación y desarrollo, por parte de centros de investigación, universidades o empresas de cualquier parte del mundo. El programa considera cerca de 80 mil millones de euros para proyectos de ciencia, tecnología e innovación en los cuales los investigadores chilenos pueden participar como socios en consorcios multilaterales.
En este sentido, el profesor Salazar destacó que la participación de la Universidad de Chile en esta instancia "nos pone en la primera línea de discusión de temáticas que están y estarán vigentes durante los próximos 15 a 20 años. Estas tienen relación con la agricultura sustentable como una forma de hacer un uso racional de nuestros recursos naturales, asegurando el futuro y la conservación de estos para las futuras generaciones, pero sin perder de vista la competitividad y la capacidad de alimentar a una población creciente a nivel mundial".
Andreé Henríquez, director ejecutivo del Proyecto de Internacionalización de la Universidad de Chile y uno de los promotores de ACCESS, enfatizó el logro que significa ser participes de un proyecto con actores relevantes del ámbito europeo y la importancia de instancias como la plataforma de cooperación Chile-Suecia. "Es doblemente meritorio que en un contexto en el cual a Chile se le dificulta acceder a recursos internacionales, la Universidad de Chile se posicione dentro de los principales instrumentos de financiamiento de la Unión Europea y probablemente a nivel mundial. Esto tiene que ser el primer paso de una estrategia y una política explicita en la cual la Universidad se vaya abriendo a estos espacios, pero sin dejar de lado la necesidad de triangular estos esfuerzos con América Latina y la cooperación sur-sur".
El Proyecto de Internacionalización, agregó en este sentido, "busca ser un catalizador de acciones y energías que ya existen en las facultades para darles un marco institucional de apoyo. Este es un ejemplo más de cómo vamos creando una política de internacionalización basada en acciones y cooperación concretas y profundas. Esto es posible porque existe un contexto institucional, una masa crítica en las facultades que participa en este tipo de actividades y una convicción política de nuestras autoridades respecto a la relevancia de profundizar la cooperación internacional en materia de investigación y postgrados".