“El arte público y monumental parece uno de los grandes olvidados de la historia del arte (…) Ello es sorprendente, puesto que se trata de un arte público, que a todos pertenece”. Así lo plantea la descripción de la muestra “Reconsiderando el monumento”, exposición que bajo la curatoría del académico español Miguel Cereceda, reúne el trabajo de 20 artistas hispanoamericanos de primera línea.
Uno de ellos es el académico del Departamento de Artes Visuales, restaurador y escultor, Luis Montes Rojas, cuya propuesta –dos estatuas y dos fotografías- proponen una tensión la idea de quiénes son representados desde el arte monumental. En este caso este trabajo se basó en las fotografías tomadas a veteranos mutilados sobrevivientes de la Guerra del Pacífico, quienes fueron retratados para el cobro de futuras pensiones.
“Me llamó la atención la ornamentación que ocupaba el fotógrafo para reemplazar los miembros perdidos. Cuando a un tipo le faltaba una pierna –como vemos en la escultura pequeña- o le ponía una mesa, o lo adornaba apoyándose en una escultura, o le ponía una piedra ornamental”, en una escena que “incluye una cierta perversión al intentar estetizar una situación aberrante”, como explicó el artista.
Esta propuesta enfrenta la consideración monumental clásica, donde “aquellos que han sido referidos entre los monumentos han sido personas que pertenecían al alto mando”, además de “una referencia estetizada al ‘desconocido’ como es el roto chileno”.
Por ello, prosiguió, “la idea era que estas pequeñas esculturas tomaran su formato de la escultura ornamental francesa del siglo XIX, fundidas en un material relativamente barato para ornamentar el interior de casa”, utilizando sus dimensiones y características como “una especie de Caballo de Troya, con un signo que introdujera a un espacio cotidiano, como el hogar, un problema irresoluto de la propia historia que es la condición de los soldados que habían terminado por entregar parte de su vida por una causa que no le era propia”.
Esta acción y propuesta artística se completa con las fotografías, las cuales se tomaron en un espacio lleno de otros objetos, específicamente en la casa de un anticuario. En ese lugar, detalló, “se produce un efecto de inmediato camuflaje”, dado que “cuando pones un objeto ornamental en un mundo de ornamentos, ese objeto pasa a ser parte de ese paisaje, y por lo tanto no hay forma de distinguir una cosa de la otra”, permitiendo así “que ingrese un problema a un espacio donde produce un conflicto”.
Las piezas presentadas en "Reconsiderando el monumento" forman parte de la serie "Ornamento", proyecto artistico del profesor Montes Rojas que consta de cinco esculturas y diez fotografías, que serán expuestas en la Sala Matta del Museo Nacional de Bellas Artes en octubre de este año.
El olvido del monumento
En relación al planteamiento curatorial del olvido del monumento en la historia del arte, el profesor Montes complementó –citando a Miguel Cereceda- que este tipo de piezas artísticas “plantean no sólo la posibilidad del recuerdo, sino lo que verdaderamente propone es la posibilidad del olvido”.
En otras palabras, los monumentos “no están hechos solamente para recordar, sino también para poder olvidar”, a partir de éstas piezas se mimetizan con otros elementos de nuestro paisaje urbano, por lo cual, “en la cotidianidad, la importancia del monumento se disuelve”. Esto se debe también a que al enfrentarnos a una pieza monumental “no necesariamente conocemos toda la historia que contiene, todo el discurso que éste propone. Tampoco tenemos los códigos de lectura que nos permitan arribar al sentido que proponen”.
Desde una perspectiva más personal, Luis Montes Rojas, señaló que su visión es que los monumentos “están hechos para estar, para permanecer. Cuando tú estás hablando de un monumento estás hablando de una gran dimensión, un gran tamaño, una pieza que tiene un carácter arquitectónico y escultórico que está hecho para permanecer. No están hechos para trasladarse ni para dañarse, están hechos para estar ahí siempre”, donde una de las “condiciones que colabora con esa perspectiva es el olvido. El monumento necesita ser olvidado, porque al estar presente lo que plantea es la permanencia de un discurso que finalmente termina siendo político. Bajo esa condición el monumento necesita permanecer aun cuando acontezca la catástrofe en la ciudad, para que su discurso siga imperecedero”.
Respecto a la desvinculación del arte monumental de la historia del arte, el académico del DAV explicó que estaría dada porque “de alguna manera el monumento se asocia a la institución, en cuanto hay una vinculación inmediata entre monumento y poder, entendiendo que el poder es el que permite que acontezca una cosa en el espacio público, es evidente que es el poder el que permite la construcción de un monumento”.
Colaboración académica y artística
La participación del profesor Montes en esta exposición -que estará disponible hasta el 15 de septiembre en el Palacio Quintanar, Centro de Innovación y Desarrollo para el Diseño y la Cultura, de la Consejería de Cultura y Turismo de la Junta de Castilla y León, España-, deviene de una vinculación artística y académica con el profesor Cereceda, cuya historia comenzó a escribirse el 2016 con su participación en el Coloquio Internacional de Escultura y Contemporaneidad, organizado por el DAV y el Núcleo de Investigación homónimo desarrollado al alero de la Iniciativa Bicentenario Juan Gómez Millas.
En el marco de esta visita, además, el profesor Cereceda fue parte de la preparación y posterior ejecución del curso en línea “Arte y Espacio Público” del proyecto UAbierta.
Fue luego de esta visita que el profesor Cereceda invitó al académico de la Universidad de Chile a dictar una conferencia en el marco del Máster Universitario en Historia del Arte Contemporáneo y Cultura Visual, dictado conjuntamente por las universidades Autónoma de Madrid y la Complutense de Madrid en el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía.
Fue en ambas colaboraciones académicas que el profesor Cereceda convocó a Luis Montes Rojas a ser parte de esta exposición. Como destacó el académico del DAV, Cereceda “ha llevado una línea de investigación muy importante y contundente en relación a la historia de la monumentalidad. Una investigación extensa en el tiempo que de alguna u otra manera se expresa en esta exposición, donde ha considerado a artistas de primer orden en España”, entre éstos, a Santiago Sierra, Fernando Sánchez Castillo, Cristina Lucas y Rogelio López Cuenca.
El profesor Luis Montes Rojas, Profesor Asistente del Departamento de Artes Visuales, es Licenciado en Artes Plásticas de la U. de Chile y Doctor en Bellas Artes por la Universidad Politécnica de Valencia (España). Además, es integrante del Senado Universitario para el periodo 2018-2022.