I Una nueva promoción
Suele hablarse de "joven poesía" o "poesía
joven" o de "nueva poesía", estas calificaciones tan vagas generalmente se
aplican a escritores que comienzan a producir, lo que no es sinónimo que hagan una
poesía nueva, es decir, diferente(1).
Otras indicaciones que también se han usado para aludir a
esta misma realidad son "la otra poesía" y "la última poesía",
ambas tan imprecisas como las anteriores. Quizá el nombre más gráfico que se haya
utilizado para referirse a los chilenos es "poesía otra horneada"(2), ya que la última palabra tiene una connotación de
frescura que debe encontrarse en los poetas, sea por su obra, sea -en el caso menos
logrado- por su juventud.
Como de algún modo hay que ordenar el amplio panorama de la
historia literaria, quizá el problema de la vaguedad e imprecisión se vería resuelto si
nos decidiéramos a utilizar el concepto de generación sin mecanicismo, y con un
criterio dúctil y flexible que no obligara a incorporar o excluir automáticamente a un
escritor por haber nacido algunos meses antes o algunos meses después de una determinada
y rígida fecha fronteriza decidida, también, por una convención.
Simplificando, se ha dado en agrupar a los escritores por
décadas y si aceptamos hablar de "generación del 50"(3) donde, entre los poetas, destacan Miguel Arteche
(1926), David Rosenmann Taub (1927), Alberto Rubio (1928), Enrique Lihn (1929), Efraín
Barquero (193l), Pedro Lastra (1931), Armando Uribe (1933), Hernán Valdés (1934), Jorge
Teillier (1935), dicta que la generación que comienza a expresarse hacia los años 60
está formada, en poesía, por aquéllos que hoy publican sus antologías, sus summas
poéticas, como Oscar Hahn (1938), Omar Lara (1942), Jaime Quezada (1942), Waldo Rojas
(1944) o Gonzalo Millán (1947), pero donde también se encuentran: Hernán Castellano
Girón (1937), Floridor Pérez (1937), Hernán Lavín
Cerda (1939), Federico Schopf (1940), Enrique Valdés (1942), Manuel Silva Acevedo (1942).
Entre los prosistas estarían: Poli Délano (1936), Mauricio Wácquez (1939), Antonio
Skármeta (1940), Ariel Dorfman (1943), por nombrar sólo a algunos. Siguiendo con las
décadas, tendríamos que hablar de la "generación del 70" a la que
pertenecerían, entonces, los poetas más recientes, y entre los que se pueden señalar:
Claudio Bertoni (1946), Javier Campos (1947), Gustavo Mujica (1948), Miguel Vicuña
(1948), Cecilia Vicuña (1948), Rodrigo Lira (1949-198l), Carlos Cociña (1950), Carlos
Alberto Trujillo (1950), Raúl Zurita (1951), Leonora Vicuña (1952), Mauricio Redolés
(1953), Roberto Bolaño (1953), Antonio Gil (1954), Erick Polhammer (1954), Jorge
Montealegre (1954), Armando Rubio (1955-1980), Bruno Montané (1957), José María Memet
(1957), Antonio Arévalo (1958), Mauricio Electorat (1960), Cristián Warnken (1961),
Bárbara Délano (1961).
Una generación, pues, está formada por un grupo de hombres
y mujeres nacidos entre un lapso no demasiado extendido -que Ortega y Gasset fija
en quince años- y que, por lo mismo, tiene vivencias semejantes porque sus integrantes
viven contextos similares: el punto de partida para las generaciones varia, por ejemplo,
de un continente a otro. El período de formación es, entonces, relativamente afín
porque los hechos que les toca vivir se asemejan, variando sólo en lo más
"individual": educación, carácter, .... y origen de clase.
Posiblemente, más decidor que nominar a una generación por
un año, es hacerlo con una característica definitoria y, creo, que para el grupo de
poetas que comenzó a producir recientemente no es infundado ni resulta una exageración
hablar de una "generación dispersa" que, sin duda, tiene como año de
referencia 1973, fecha que significa un quiebre en la historia de Chile porque marca el
fin de un período y el comienzo de una etapa que, entre muchos otros factores, afecta a
los nuevos porque los disgrega y porque los limita en su expresión al imponerse la
censura.
Entonces, estos poetas que no siempre son tan jóvenes y que
no siempre hacen una poesía joven, pero que, a pesar de todo, llamaremos "poetas
jóvenes" también podrían ser agrupados como "generación del 70" o
"generación del 73", que yo prefiero llamar "generación dispersa"(4).