El libro fue presentado por Sergio Rojas, filósofo y académico de la Universidad de Chile, y Gonzalo Geraldo, poeta, Magister (c) en Literatura y uno de los autores del presente libro. La actividad fue realizada en el Archivo Nacional.
Según palabras del profesor David Wallace, el libro constituye "una muestra, para usar la feliz expresión de Roberto Echavarren, de distintas perspectivas que corporaliza el quehacer crítico de los estudiantes de Lengua y Literatura Hispánica de la Universidad de Chile a la hora de enfrentar los informes finales de sus Seminarios de Grado", dictados por él entre los años 2006 y 2012. Agrega además "es un libro que recoge nueve ensayos de nuestros estudiantes que abordan escrituras barrocas y, lo que me parece más atractivo todavía, lo hacen barrocamente".
Gonzalo Geraldo, uno de los autores incluidos en el libro, realizó una lectura de sus notas impresivas acerca del porvenir de la crítica literaria chilena. Las que tituló: "Imposturas barrocas y horizontes de la crítica literaria en la ex Universidad de Chile", en ellas, afirma que "las querellas, los diálogos inconclusos de la crítica literaria chilena siempre arrastran eventuales amonestaciones o agresiones, sean estas sociales, ideológicas o pasionales".
Y en el mismo sentido de analizar la crítica literaria desde la academia, Sergio Rojas, filósofo y académico de la Universidad de Chile, afirma que "es una ocasión para reflexionar sobre la academia, se puede reflexionar sobre la academia desde múltiples lados, uno de esos lugares es cómo se ingresa en la academia, y qué significa ingresar en la academia, cuando uno ingresa a la academia desde donde está saliendo, desde donde viene, que cosas tiene que dejar atrás. La academia no puede dejar de exigir el elemento de lo original, de lo inédito, pero al mismo tiempo la academia no puede saber lo que está pidiendo". Esto lo hace a partir de la reflexión del profesor Wallace, también incluida en la introducción al libro: "la selección de los trabajos, siempre arbitraria, responde a la necesidad de dar tribuna a jóvenes que recién se inician en el ámbito académico y que sí tienen algo que decir".
La importancia que el profesor David Wallace le da a la publicación es, en sus palabras, es la de "visibilizar el quehacer de los jóvenes críticos dentro de la universidad y particularmente dentro de este departamento. Considero vital que este libro aparezca en este contexto porque su objeto son precisamente escrituras, textualidades, mixturas, tejidos que hacen de la cripta, del lugar enigmático, el lugar desde donde hacer la pregunta. Y eso me parece particularmente relevante".
Finalmente, El profesor Wallace dedica el libro a la memoria de su esposa, Ana María Landeta, agradeciéndole el apoyo que otorgó a los y las estudiantes autores de las críticas literarias que forman parte de "Libertad bajo palabra".