En una ceremonia presidida por el Rector de la U. de Chile, Ennio Vivaldi Véjar, y el Decano de la Facultad de Medicina Dr. Manuel Kukuljan Padilla, se le entregó la Medalla Doctor Honoris Causa, máxima distinción que otorga la institución, al Dr. Germán Berrios.
En la ocasión el Profesor Rubén Alvarado, Académico de la Escuela de Salud Pública y Director de Planificación Estratégica de la Facultad de Medicina, destacó la trayectoria de Berríos, que incluye la publicación de 14 libros y de más de 430 artículos sobre los aspectos clínicos y epistemológicos de la neuropsiquiatría y de la psicopatología descriptiva.
Además, el Profesor Alvarado enfatizó en que a pesar de haber obtenido numerosos reconocimientos “en los que podríamos llamar países dominantes en el conocimiento en el mundo” sería el trabajo desarrollado “en los países periféricos, alejados de los centros de mayor poder, donde se siente más a gusto y donde disfruta ver el desarrollo del pensamiento crítico”.
En la misma línea, el Rector Ennio Vivaldi afirmó que la medalla constituyó “la materialización de la gratitud, el cariño y el afecto de la institución a quien ha tenido una participación muy importante en el avance del conocimiento en áreas tan importantes como la psiquiatría y la filosofía”. Además, enfatizó en que resulta fundamental a la hora de pensar en el siglo XXI “repensar el ser humano con una nueva ética, que nazca de los valores que el profesor Berríos ha defendido, postulado e impulsado”.
Por su parte, el Dr. Germán Berrios agradeció el galardón recibido destacando que en “un momento histórico en que sólo se da cabida a aquellas ciencias naturales y tecnologías dedicadas a la generación de la riqueza” resulta “alentador que una gran y antigua universidad latinoamericana como la U. de Chile aún se preocupe en premiar las ideas y las narrativas del espíritu”.
Finalmente en su clase magistral, titulada “¿Cambian con el tiempo los objetos psicopatológicos?”, postuló que los objetivos de la psiquiatría, o sea los síntomas y trastornos mentales, cambian y se modifican con el tiempo, desmarcándose de la ortodoxia de su disciplina, que propone la idea de que aquellos elementos se mantienen sin transformaciones. En esa línea, esbozó las necesidades y características de la especialidad que desde la psiquiatría, debería estudiar exclusivamente el cambio de los desórdenes y síntomas mentales. Entre ellas el desarrollo de un metalenguaje, una metodología y una taxonomía propios.
