15 sismógrafos de fondo de mar fueron instalados entre las costas de Arica y Tocopilla, con una distancia promedio de 20 a 30 kilómetros entre sí, con el objetivo de registrar la sismicidad en la zona de ruptura del terremoto Mw 8,2 ocurrido el 1 de abril en el Norte Grande.
La tarea fue realizada entre el 8 y 10 diciembre de 2014 por los académicos del Departamento de Geofísica (DGF): Emilio Vera y Eduardo Contreras-Reyes; y Alejandro Carrasco, estudiante del Magíster en Geofísica, por parte de la Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas (FCFM) de la Universidad de Chile. Mientras que por parte del Instituto Alemán de Ciencias del Mar GEOMAR participaron los geofísicos: Dr. Ingo Grevemeyer y Dr. Dietrich Lange.
Además, la expedición contó con el apoyo de oficiales de la Base Naval de Iquique, la tripulación del buque OPV Toro, y la Armada de Chile en general quien ayudó en la instalación de 15 sismómetros de fondo de mar frente a las costas del Norte Grande.
Previo al zarpe del crucero, los sismógrafos fueron armados en la Base Naval de Iquique que se realizó en parte con el manejo de la grúa del buque OPV Toro. Durante el desarrollo del crucero, fueron depositados en aguas con profundidades que varían entre 1.000 y 5.000 metros (ver mapa).
Los instrumentos serán recuperados en noviembre de 2015 abordo del buque científico alemán R/V Sonne II durante un crucero de tres semanas que además tiene como objetivo el mapeo de la topografía del fondo marino. Dependiendo de la calidad de los datos recopilados, se podrá entender mejor la actividad post-sísmica en la zona de ruptura del terremoto del 1 de abril, además de posibles descubrimientos de fallas superficiales, y modelación de imágenes 3D de la estructura cortical de la placa Sudamericana. Así, este esfuerzo sería un gran aporte para la ciencia, ligada al estudio sismológico en nuestro país.
Los académicos del Departamento de Geofísica agradecieron la labor de la Armada en la instalación de los sismógrafos, ya que se logró hacer el trabajo más rápido de lo presupuestado inicialmente. El manejo de la grúa y los ganchos usados por la tripulación naval fueron vitales en la precisión para sumergir los equipos de aproximadamente 250 kg de peso cada uno.