Un paso importante dio a conocer la Universidad de Chile a través de la producción de una vacuna de imnunocastración que favorecerá a productores y terminará con el sufrimiento animal por los métodos quirúrgicos usados actualmente.
El Laboratorio de Vacunas Veterinarias podrá producir a nivel semi-industrial un inmunológico desarrollado por académicos de la Facultad de Ciencias Veterinarias y Pecuarias de la Universidad de Chile. Se trata de una vacuna que bloquea la hormona GnRH y regula la reproducción en mamíferos, cuyo objetivo es inmunocastrar cerdos, toros y perros. El medicamento se transforma así en una importante solución que disminuirá los costos de los procedimientos, cuidará el medio ambiente y reducirá el dolor de los animales.
En la producción de carne de cerdo la castración es un procedimiento habitual y necesario ya que en caso de no hacerse se acumula un olor y un sabor desagradable en la carne. La castración que se hace actualmente es la quirúrgica, que se realiza aproximadamente a los 10 días de vida del animal y sin anestesia. En Europa esta práctica se está prohibiendo y en caso de realizarse de hace con anestesia, lo que encarece el costo y además el animal sigue sintiendo dolor una vez terminado el efecto del fármaco.
Un largo trayecto: de la investigación a la producción
La investigación comenzó el 2008 con los primeros estudios. El 2010 se presentó la patente de la vacuna de inmunocastración, la que fue concedida en Europa y Chile en 2014 y Estados Unidos en 2015. A fines de 2013, fueron transferidos los derechos de producción y comercialización al laboratorio brasileño Vencofarma, aunque la patente quedará exclusivamente en manos de la Casa de Bello, obteniendo así la primera patente que la Universidad de Chile comercializa.
Sin embargo, para su producción y posterior comercialización se requería contar con un laboratorio de producción farmacéutica que permitiera la fabricación de esta solución inyectable. En este sentido, explica el académico y Director del Laboratorio, Profesor Leonardo Sáenz, las condiciones que exige el Servicio Agrícola Ganadero (SAG) para la producción de vacunas son muy distintas al desarrollo de vacunas para la investigación.
“Es un laboratorio para la producción a mayor escala o a escala piloto de diferentes vacunas, para lo cual se utiliza una norma de producción bajo un estándar de buenas prácticas de manufactura (GMP). Para ello, tuvimos que rediseñar el laboratorio cumpliendo con las características exigidas, como que tuviera un sistema de manejo de aire filtrado con presión positiva, un flujo adecuado de personas, un flujo direccional de producción y cumpliera con el estándar de control de calidad de acuerdo a la farmacopea europea. El laboratorio cuenta con una sala completa de acondicionamiento, otra sala de producción, otra de envasado y una sala del producto terminado”, explica Sáenz.
Al cumplir todas las exigencias gubernamentales, durante el mes de febrero, el Laboratorio de Vacunas Veterinarias fue certificado por el Servicio Agrícola Ganadero, lo que dio paso a la posibilidad de una producción a mayor escala. Actualmente se están fabricando los primeros lotes de producción de la vacuna para inmunocastración de cerdos, que serán probados en terreno con la autorización del SAG. Se producirán cerca de mil dosis.
“La prueba en terreno se realiza con tres lotes de producción y debe dar un resultado homogéneo en cuanto a efectividad y seguridad, con esta información puedes formular el expediente de registro para solicitar la autorización de venta. Como nosotros no tenemos la capacidad productiva hacemos la transferencia tecnológica a un laboratorio productivo”, indica el Dr. Sáenz.
Un hito para la Universidad de Chile
El Laboratorio de Vacunas Veterinarias es el único en su categoría a nivel universitario y público. Si bien los brasileños tienen el uso y comercialización de manera exclusiva, la propiedad de la patente es de la Universidad de Chile, lo que implica, entre otras cosas, que cada dosis vendida llevará en su etiquetado que la vacuna fue desarrollada por la Universidad de Chile.
El Profesor Sáenz destaca que es un hito importante ya que podría haberse quedado en una publicación científica, dando un paso más allá y transfiriendo a un laboratorio productivo. “Es el salto de la investigación básica a la investigación aplicada y ese salto no se puede hacer sin tener las capacidades técnicas. Además de ser un desarrollo de la Facultad de Ciencias Veterinarias y Pecuarias de la Universidad de Chile que se va a vender al mundo”.
Los académicos destacan que esta primera etapa es para la producción de la vacuna de inmunocastración de cerdos, proyectando una segunda etapa para bovinos y perros.