De marzo a septiembre, se han contabilizado al menos siete focos de desastres naturales en Chile. Y el número de este tipo de catástrofes es creciente año tras año, impulsado en buena parte por el cambio climático. Por eso, es clave considerar en la planificación de la infraestructura pública el efecto de inundaciones, sequías, movimientos en la isoterma cero y otros eventos que pueden cortar puentes, dejar sin agua a comunidades o contribuir al desgaste de las construcciones, entre otras consecuencias.
Hacer esto exige el procesamiento de grandes volúmenes de datos vinculados al clima, el movimiento de las personas, la contaminación, los océanos, el medioambiente y otros factores. Ahí es donde un supercomputador como Leftraru, el más poderoso de Chile a cargo del Laboratorio Nacional de Computación de Alto Rendimiento del Centro de Modelamiento Matemático (CMM) de la Universidad de Chile, puede jugar papel relevante, ya que permite transformarlos en información útil.
Para analizar el potencial de esta máquina en los proyectos de obras públicas, un grupo de casi 50 profesionales del Ministerio de Obras Públicas se reunió con académicos del CMM y del Centro de Ciencia del Clima y la Resiliencia (CR2), ambos de la Universidad de Chile, en el Primer Taller de Modelamiento Matemático CMM-MOP.
“Se desarrolla en el marco de un convenio de la U. de Chile y el MOP que tiene como sentido de fondo acercar la academia a nuestras obras públicas y que la academia, ¿por qué no?, pueda entender y aprender las prácticas de las obras públicas”, dijo Jocelyn Fernández, directora de Planeamiento del MOP. “Este evento no es casual y se desarrolla en el contexto del plan de infraestructura 2030. Estamos convocados a pensar el 2030 desde un punto de vista estratégico. Modelar el futuro”, agregó.
El curso es un primer fruto de este acuerdo que permitirá utilizar el poder de Leftraru y poner en marcha proyectos de investigación con científicos de la Casa de Bello para analizar las consecuencias del cambio climático en proyectos de infraestructura. Durante tres días, los participantes abordaron problemáticas como la modelación hidrológica y climática, oceanografía, pronóstico climático y contaminación atmosférica que se combinaron con computación de alto rendimiento, el uso del supercomputador Leftraru y casos prácticos.
“No tenemos todas las respuestas en la universidad y sospechamos que el Estado tiene desafíos grandes”, afirmó Jaime San Martín, director científico del NLHPC en la inauguración del curso, quien agregó que "el Estado tiene músculo y esta es la oportunidad para desarrollarlo”.
“Hacer intercambio con las universidades significa una combinación virtuosa para la ciencia y el Estado. Lograr estas coordinaciones es importante para nuestro ministerio. Tomar decisiones con estudios es importante”, comentó Antonia Bordas, directora de Obras Portuarias del MOP.
Reinaldo Fuentealba, director de Obras Hidráulicas del MOP, recalcó que el desafío del taller está en el desarrollo de capacidades para enfrentar las catástrofes naturales, ya que "para eso están las universidades: para avanzar en conocimiento”.
Como finalizó Ginés Guerrero, director del NLHPC, “esto va en la dirección de formar capital humano de avanzada para un Estado moderno, que sirva a los crecientes desafíos con que la sociedad chilena del siglo XXI nos interpela”.