“Cancioneros populares chilenos durante el cambio al siglo XX: cultura musical, mundo impresor y representaciones de género” fue el título que reunió a un grupo de investigadores e interesados en la materia a conversar con Ana María Ledezma, Doctoranda en Historia de América Latina, en torno a las manifestaciones culturales que permiten reconstruir estas publicaciones periódicas de circulación nacional y hoy documentos históricos.
Con 13 centímetros de alto y un costo de entre 10 y 30 pesos chilenos de la época (1888-1914), los cancioneros populares transitaron de Tacna a Concepción difundiendo cientos de canciones y diversos tipos de música, entre las que se encontraban el vals, las habaneras, las zarzuelas, la polca, la zamacueca, la cueca y demás. Cada pequeño impreso compilaba entre 32 y 140 canciones y deambulaba entre los bolsillos de la gente y los puestos de mercado.
“Los cancioneros populares tienen una riqueza y una multiplicidad de formas de explotación como documento histórico. Y me parece no sólo necesario reivindicarlo y subirlo a la palestra del historiador para que los utilice, sino también socializar los conocimientos que podemos llegar a adquirir a través de esto y replantearnos cosas que hasta el día de hoy nos hacen ruido”, sostuvo Ledezma.
El conversatorio transitó por los tópicos de la materialidad, los usos posibles del impreso, el carácter híbrido del cancionero, su rol como transmisor cultural, las estrategias editoriales, su uso como vestigio histórico y las diferencias de género expresadas en los documentos, con particular acento en las representaciones femeninas en el espacio público.
Las y los asistentes intercambiaron inquietudes y reflexiones a partir de la exposición de Ana María Ledezma. Los diálogos avanzaron hacia las prácticas sociales que pueden inferirse de la sociedad chilena de finales del siglo XIX y comienzos del XX a raíz de estos documentos.
El corpus documental a partir del cual la historiadora se encuentra desarrollando sus investigaciones consiste en 71 cancioneros populares chilenos correspondientes al legado de Lehmann Nitsche, hoy conservados en el Instituto Ibero-Americano de Berlín, y parte de los escritos conservados en el Archivo Central Andrés Bello, unidad de la Vicerrectoría de Extensión y Comunicaciones de la U. de Chile.