Los armadillos pertenecen al superorden de los Xenarthra y al igual que los osos hormigueros y los perezosos, poseen extremidades fuertes y robustas que utilizan principalmente para cavar túneles y madrigueras. Una de las características específicas de este mamífero es que la zona dorsal de su cuerpo está cubierta por placas óseas que les sirven de protección.
En el territorio de Chile se distribuyen tres tipos de estos animales, entre los cuales se encuentra el Quirquincho de la Puna, o también llamado Piche Llorón (Chaetophractusvellerosus), Piche Patagónico (Zaedyspichiy) y Quirquincho Peludo (Chaetophractusvillosus).
Pese a que es considerado como especie de Preocupación Menor, los armadillos se encuentran amenazados en nuestro país, sobre todo el quirquincho de la Puna ya que es víctima de la caza para usos culturales y por el tráfico ilegal de su carne o coraza para fines ornamentales o de taxidermia, siendo éstas las mayores amenazas. El segundo peligro para el armadillo son los atropellos en carreteras, así como también el desplazamiento de su hábitat producto de la reducción del área silvestre. Lamentablemente en Chile actualmente no se cuenta con información sobre el número de su población que permita determinar con mayor claridad su estado de conservación.
Por iniciativa del Instituto Jane Godall Chile, el armadillo de la Puna ha sido elegido como el Embajador de la Fauna Chilena 2017, en el contexto de la celebración anual del Día de la Fauna Chilena que ocurre todos los 8 de noviembre. De acuerdo a este motivo, se busca valorar la existencia y promover la conservación de la especie por parte de la ciudadanía y de la comunidad científica. Es por ello que la Facultad de Ciencias Veterinarias y Pecuarias de la U. de Chile, a través del académico e investigador Cristóbal Briceño, invitó a Mariella Superina, Presidenta del Grupo de Especialistas en osos hormigueros, perezosos y armadillos de la UICN/SSC, una red científica de más de diez mil expertos voluntarios de casi todos los países del mundo, a dar la charla Estado de Conservación de los Armadillos de Chile, a la cual asistieron académicos y estudiantes.
"Hay muy poca gente que sabe que hay armadillos en Chile, y en realidad hay tres especies. Dos que viven en el extremo norte y uno en el sur, en la Patagonia. Se hizo una encuesta en un zoológico y casi mitad de la gente no sabía que existía en Chile. Son animales sudamericanos y hace como 60 millones de años que existen y se han desarrollado exclusivamente en las Américas, no existen en otra parte del planeta", dice Superina.
¿Cómo son lo armadillos?
Son muy inusuales, en el siglo XVII se pensaba que estaban relacionados con las tortugas porque tienen un caparazón. Son los únicos mamíferos que tienen un caparazón de hueso, son plaquitas de hueso, entonces tienen un aspecto muy arcaico. En toda su anatomía y fisiología son muy diferentes a los otros mamíferos porque son un grupo muy antiguo. Por otra parte, son animales solitarios lo que dificulta verlo y a esto se le suma que viven en madrigueras. Incluso para nosotros como investigadores cuando vamos al campo lo que vemos son las entradas a las madrigueras. Hay especies que son nocturnas entonces se hace aún más difícil verlas, sobre todo el quirquincho de la puna que viven, como lo dice su nombre en la Puna, lo que dificulta verlo. Pero las otras dos especies de Chile viven en las Torres del Paine, donde se les ve más seguido porque se acostumbran a los turistas y ellos le dan de comer, entonces es más fácil.
¿En qué estado se encuentra la investigación sobre esta especie en Chile?
En general somos muy pocos los que nos dedicamos a los armadillos, en total a nivel mundial somos 26 miembros que somos expertos en armadillos, osos perezosos y osos hormigueros, no hay más expertos en conservación en esta especie. Son animales muy difíciles de estudiar por sus hábitos, porque son solitarios, porque muchos salen de noche, pero son muy bonitos y son fascinantes para estudiar porque son anatómicamente y fisiológicamente distintos. Por ejemplo, tienen un metabolismo mucho más bajo, gastan mucha menos energía que otros animales, tienen una temperatura temporal más baja de promedio 35 grados. Todas estas características influyen en cómo viven y en cómo se relacionan con el ambiente. Hacen madrigueras cuya profundidad depende la amplitud térmica que hace afuera para que ellos puedan optimizar su energía. En Chile hay muy pocos estudios, es muy curioso, hicimos un análisis y de toda la literatura que se ha publicado en 400 años sobre armadillos encontramos sólo doce publicaciones que se han hecho en Chile.
¿Qué te motivó a investigar los armadillos?
Yo soy suiza y estuve trabajando un año en Brasil en un campo y vi un armadillo y me pareció una cosa tan curiosa, tan prehistórica, no sabía que existía un mamífero con caparazón, empecé a indagar sobre armadillos y bueno, por un lado vi que hay muy poca información científica y por otro, hay tantas cosas diferentes que empecé a estudiarlos y realmente me enamoré porque cada vez que uno descubre algo nuevo surgen más preguntas. Por ejemplo, hay una especie, el piche, que hiberna, que nosotros en el campo no lo veíamos en invierno pero no sabíamos por qué. Hicimos los estudios fisiológicos y vimos que es el único armadillo que hiberna y eso explica por qué está en el sur, en la Patagonia, mientras que todas las otras o la mayoría de las otras especies de armadillos viven en zonas tropicales y subtropicales.
¿Cómo saben que tienen problemas de conservación?
Sabemos que tienen problemas de conservación porque hablando con los pobladores nos reportan que ven menos, lo que nos da un indicio de que hay problemas. Estamos viendo ahora con la tesis de grado que hizo Romina Passutti, directora de Armadillos de Chile, que en el norte la minería y las termoeléctricas, podrían afectar su hábitat. Por otra parte hay muchos atropellos, tanto en el norte como en el sur. Las especies que están en el sur se comen, mientras que en el norte hay mucho tráfico porque se usa en Bolivia en el carnaval de Oruro, y como allá extinguieron sus poblaciones, hay un tráfico de Chile a Bolivia para hacer matracas, elementos culturales como el charango y objetos tradicionales pero que afectan la pequeña población que queda en Chile. Los armadillos vivían en un hábitat prístino, entonces hasta ahora no había tanto problema pero con la intervención del ser humano tenemos que estudiar si pueden adaptarse o no.
¿Por qué es importante conservarlos?
Creo que es una cuestión bastante filosófica la pregunta: ¿por qué conservar una especie? Nosotros no tenemos derecho de decidir qué especie merece sobrevivir y cuál no, estos animales están en el planeta y en este continente por lo menos 60 millones de años, se han adaptado a vivir acá. Los armadillos son pequeños ingenieros, hacen madrigueras, oxigenan el suelo, van enterrando semillas, comen insectos principalmente, hay pocos insectívoros en el continente, si desaparecen, ¿qué va a pasar?, vamos a tener una sobrepoblación de insectos que pueden afectar todo el ecosistema, entonces son animales únicos que merecen estar en el planeta y merecen estar en Chile hay que cuidarlos, tenemos que estudiarlos, ver dónde están, cuántos hay, que problemas tienen y qué podemos hacer para protegerlos. En ese sentido, Chile esté al debe con sus armadillos.