Ante la primera dama, Cecilia Morel, y autoridades de gobierno, investigadores de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Chile y del Centro de Gerociencia, Salud Mental y Metabolismo (GERO) presentaron los resultados del 5º Estudio sobre Inclusión y Exclusión Social de las personas mayores en Chile.
Dicho trabajo fue realizado por el Servicio Nacional del Adulto Mayor (SENAMA), en conjunto con los departamentos de Antropología y Psicología de la U. de Chile. El estudio, que incluyó una muestra de 1.200 casos encuestados de manera presencial, refleja que existe pesimismo e insatisfacción por parte de los chilenos en torno a la vejez.
El 71 por ciento considera que la preparación institucional es “poco o nada”, y el 62 por ciento reconoce que se está preparando “poco o nada” para enfrentar esta etapa de la vida.
La situación es relevante, ya que según datos del Censo 2017, en Chile la población de personas mayores alcanza los 2.850.171, equivalente al 16,2 por ciento de los habitantes, cifra que se prevé irá aumentando de forma exponencial en los próximos años.
Daniela Thumala, psicóloga de GERO que participó en la investigación, explicó que los resultados dan cuenta de la percepción que tienen los chilenos respecto a las falencias que presenta el sistema político. “Desde que hicimos la primera encuesta el año 2008, ha existido un predominio significativo de población que considera que el país no está lo suficientemente preparado a nivel institucional, para responder a las demandas del envejecimiento. La gente responsabiliza más al sistema político que familiar. Pero además, el apoyo existente es percibido como insuficiente, ya que cada vez hay más conciencia de las diferentes demandas asociadas para las cuales, existe una serie de desafíos a los que responder”, comentó la especialista.
La psicóloga añadió que si bien han habido avances en el país en el plano económico y de salud, las garantías para las personas mayores aún no están resueltas. “El acceso a salud es un tema gravitante en la calidad de vida de los adultos mayores, y en ese contexto, el actual sistema de pensiones es algo que todavía no ha llegado a buen puerto”, señaló.
La Primera Dama, Cecilia Morel, señaló que “tenemos una deuda con los adultos mayores”, y que el estudio es una valiosa fuente de información para ir introduciendo nuevos cambios. “En esta encuesta hay ciertos aspectos que llaman la atención, especialmente, sobre la imagen negativa que existe en nuestra sociedad respecto de las personas mayores. Esto impide que, a nivel personal, nos preparemos para esta etapa y que tengamos prejuicios y barreras. El compromiso del gobierno es que tanto niños como adultos mayores, estén dentro de las prioridades de urgencia. Y en ese contexto estamos desarrollando una política integral de envejecimiento positivo”, indicó. Este plan, que aún está en su fase de diseño, busca poner énfasis en ejes tales como: integración social, atención preferencial, protección y seguridad, mejora en el sistema de pensiones, y mayor participación de adultos mayores.
Por su parte, el ministro de Desarrollo Social, Alfredo Moreno, destacó la realización de esta investigación, que representa un buen diagnóstico sobre el cual trabajar desde el Gobierno. “Hoy tenemos tres millones de adultos mayores en Chile y hacia el año 2025 éstos llegarán a ser el 25% de la población nacional. Y en este grupo existen no sólo problemas que abordar sino también oportunidades, lo que representa un magnífico desafío”, explicó la autoridad.
Detalles del estudio
El foco del estudio consistió en analizar cómo los chilenos evalúan la preparación propia y del país frente al envejecimiento, sus apreciaciones sobre las condiciones existentes para cubrir las necesidades de las personas mayores y las valoraciones de sus grados de auto-valencia, bienestar e integración social.
La encuesta, realizada a hombres y mujeres mayores de 18 años, abordó cuatro dimensiones de la integración social: estructural, redes sociales, simbólica y psicológica. Esto, atendiendo a las opiniones, actitudes, creencias, valoraciones, esquemas y expectativas que se tienen respecto al envejecimiento.
¿Está el país preparado para esta situación?, ¿estaría usted dispuesto a pagar un impuesto específico para ayudar a las personas mayores?, ¿quiénes deben preocuparse por los mayores?, y ¿en qué medida usted está preparado o se está preparando para enfrentar su propia vejez?, fueron algunas de las consultas realizadas.
En ese contexto, un 57.2 por ciento de los encuestados atribuye las principales responsabilidades por el bienestar de las personas mayores al sistema político, y en menor medida, a los sistemas familiares (34,2 por ciento) o a los mismos adultos mayores (5,9 por ciento).
Respecto al pago de un impuesto específico que permita financiar beneficios para la población adulta mayor, el 44 por ciento se mostró dispuesto. Las opiniones sobre los niveles de integración social de los adultos mayores resultó más bien pesimista, ya que el 73 por ciento considera que están marginados. En tanto, el 68 por ciento de los encuestados considera que no pueden valerse por sí mismos.
Estas cifras aluden a la visión que la sociedad tiene sobre la vejez y no necesariamente, representan la realidad que los adultos mayores viven. Esto, ya que de acuerdo a los datos de la Encuesta Casen 2015, las personas mayores presentan un 85 por ciento de autovalencia y sólo un 15 por ciento de dependencia.
Considerando las altas tasas de envejecimiento en el territorio y los resultados de la encuesta, uno de los desafíos previstos por el estudio es alentar relaciones intergeneracionales, con una efectiva integración de las personas adultas mayores. Según explicó Daniela Thumala, dicha información también espera posibilitar el diseño y elaboración de políticas públicas para revertir la imagen negativa que tendría la vejez en la población.
La psicóloga también valoró los avances que el país está realizando en esta materia, por ejemplo, mediante la implementación del Plan Nacional de Demencias. Dicha iniciativa "es una respuesta a nivel institucional para la población mayor que sufre algún tipo de demencia y sus entornos. El cuidado es una tarea tremendamente compleja y de alto costo que no sólo afecta al paciente, sino a la familia y entorno cercano. Por esta razón, el desarrollo de este plan en Chile es fundamental para generar políticas transversales que nos permitan llegar a la vejez en buenas condiciones”, concluyó.