A 60 años del surgimiento de una de las corrientes cinematográficas más relevantes del cine francés, la Sala Sazié – Cineclub, una alianza entre la Cineteca de la Universidad de Chile y la Vicerrectoría de Extensión y Comunicaciones, propone un nuevo ciclo de cine dedicado a proyectar algunas obras clásicas de la Nouvelle Vague, consideradas películas de culto y precursoras de una nueva forma de hacer cine.
Cada martes del mes, desde las 19:00 horas en la Casa Central de la Universidad de Chile, este espacio de activismo por la cinefilia exhibirá cinco obras: "El bello Sergio" (1958) de Claude Chabrol, considerada oficialmente la primera película de la Nouvelle Vague; "Los 400 Golpes" (1959) de François Truffaut; "Masculino/femenino" (1966) de Jean-Luc Godard; "Hiroshima mon amour" (1959) de Alain Resnais; y "Cleo de 5 a 7" (1961) de Angés Varda, cineasta francesa considerada una de las pioneras del cine feminista.
El coordinador de la Cineteca de la Universidad de Chile, Luis Horta, aseguró que este movimiento cinematográfico significó un quiebre radical para el cine francés, “en el sentido de que amplía las prácticas de producción y suma la cinefilia como elemento del relato”. Asimismo, explicó que se trató de una corriente híbrida debido a la libertad con la que un grupo de realizadores audiovisuales entendió la imagen dentro del cine.
“La Nouvelle Vague no sólo impacta en su propio país, sino que los ecos de esta corriente inciden en el cine latinoamericano, en los usos de la cámara, el montaje o las actuaciones. Yo diría que más que impactar a la industria, remueve la reflexión sobre la naturaleza de la imagen y las implicancias políticas de ésta, tal como se puede ver en la obra temprana de Agnés Varda o François Truffaut”, explicó Horta.
Frente al cine clásico que se venía desarrollando en Francia, un grupo de directores, muchos de ellos provenientes de la revista Cahiers du Cinéma, impulsaron cambios en la industria cinematográfica con propuestas diversas en relación a la imagen, el uso de cámaras, el tratamiento y características de los personajes, el montaje, la posición política desde la cual elaborar películas, entre otras.
Por otro lado, la coordinadora de Sala Sazié – Cineclub, Valentina Ávila, señaló que, como movimiento, la Nouvelle Vague “aunó muy fuertemente la cinefilia de sus integrantes, que la vivían precisamente desde el cineclubismo, con la teoría y la realización cinematográfica, lo cual da un rico campo de análisis sobre el lenguaje audiovisual, pues la idea del movimiento era romper explícitamente con las convenciones narrativas y de montaje”.
Como cada mes, la Cineteca de la Universidad de Chile presenta ciclos cinematográficos que reflejan su clara línea curatorial: una que pretende generar públicos críticos, desmarcarse de las lógicas del mercado y articular nuevos modos de pensamiento.