Los berries, al igual que otras frutas, contienen diversos micro y macronutrientes. Sin embargo, los beneficios para la salud asociados a su mayor consumo han sido atribuidos, mayormente, a los altos niveles de polifenoles, así como a interacciones sinérgicas entre dichos compuestos y otros fitoquímicos presentes en los mismos frutos. Lo anterior se desprende de investigaciones realizadas sobre aquellas especies y variedades de berries que regularmente son cultivadas y consumidas por las poblaciones norteamericanas y/o europeas.
Comparativamente sin embargo, muy poca atención se ha prestado aún al estudio de berries comestibles y que son nativos de zonas australes y vecinas a los Andes de América del Sur (ver Schreckinger et al. 2010). Tres ejemplos de tales berries, que revisamos en este artículo, son el calafate (Barberis microphylla), el maqui (Aristotelia chilensis) y la murtilla (Ugni molinae). Pero, más allá del carácter posiblemente "exótico o novedoso" que pudiera suponer para los consumidores este tipo de frutas, ¿Existe en la actualidad alguna evidencia que justifique realizar en estos berries, estudios en torno a su composición y su bio-actividad? La respuesta a esta interrogante se encuentra parcialmente recogida en la Base de Datos de contenido polifenólico y actividad ORAC del sitio www.portalantioxidantes.com.
En efecto, relativo a todas las frutas caracterizadas en dicha base de datos (más de 130 entre especies y variedades), destacan el calafate, el maqui y la murtilla como los frutos que más concentran antioxidantes. Por ejemplo, el valor ORAC del calafate y del maqui supera, en promedio, 2-4 veces el de (diversas variedades) de arándanos, 3-6 veces el de cerezas, y 5-6 veces el de manzanas. En el caso de la murtilla, si bien este fruto exhibe un valor ORAC promedio menor al de los berries anteriormente mencionados, su actividad antioxidante es comparativamente mayor al de las moras (otro berry rico en antioxidantes), y significativamente más alto que el de la mayoría de las otras frutas caracterizadas en la Base de Datos.
Maqui
En el caso del maqui (en abundancia en el sur de Chile y el oeste de Argentina), su elevado valor ORAC residiría en su alta concentración polifenólica. Si bien sus frutos contienen algunos alcaloides del tipo indólico y quinolínico (Céspedes el al. 1993), estudios realizados por Escribano-Builon et al. (2006), dan cuenta que su composición es particularmente rica en antocianinas (donde un 34% correspondería a delfinidina-3-sambubiosido-5-glucosido). Una descripción más detallada del perfil fitoquímico del maqui fue recientemente reportada por Céspedes et al. (2010a). Respecto al potencial bioactivo de esta fruta, estudios in vitro realizados tempranamente por Miranda-Rottmann et al. (2002), dan cuenta de la capacidad de los polifenoles del maqui (extractos) para proteger contra la oxidación de la LDL (lipoproteína de baja densidad) y contra el daño oxidativo a células del endotelio vascular, sugiriendo con ello un potencial anti-aterogénico de los polifenoles de este fruto. En la misma dirección, Céspedes et al. reportaron un efecto anti-inflamatorio (2010b) en ratas en las cuales se indujo edema con carragenina, y un efecto cardioprotector en ratas sometidas a un estrés oxidativo por isquemia-reperfusión (2008).
Complementando tales actividades, recientemente, Schreckinger et al. (2010) presentaron evidencias in vitro que sugieren una actividad anti-inflamatoria e inhibitoria de la adipogénesis de los polifenoles del maqui. Por otra parte, los polifenoles del maqui podrían promover también una acción de interés sobre enzimas digestivas. En efecto, recientes estudios in vitro realizados por Rubilar et al. (2011) dan cuenta de que extractos crudos de maqui serían capaces de inhibir la actividad de las enzimas alfa-glucosidasa y alfa-amilasa, responsables de la degradación de carbohidratos en glucosa. Tal actividad podría suponer un potencial de algunos polifenoles del maqui para "modular" la glicemia postprandial. Sin embargo, si bien la mayor parte de las actividades anteriormente descritas representan un claro potencial de aplicación para los polifenoles del maqui, queda aún por establecerse las implicancias reales que tendría cada una de dichas actividades sobre la salud humana.
Murtilla
En el caso de la murtilla, conocida también como "murta" (nativa del sur de Chile, oeste de Argentina y ciertas partes de Bolivia), su riqueza antioxidante también residiría mayormente en su contenido polifenólico. En un estudio realizado por Shene et al. (2009) se informó la presencia de glucósidos de miricetina y de quercetina, y de diramnosido y glucoronido de quercetina en el fruto de murtilla. Sin embargo, se requiere aún de estudios adicionales para disponer de un grado de comprensión algo más profundo acerca de la composición polifenólica de esta fruta. Hasta ahora, lo realizado se ha focalizado más en las hojas que en el fruto de la murtilla. En sus hojas, Rubilar et al. (2006) encontró una alta concentración de polifenoles, especialmente del tipo flavonoles y flavanoles, incluyendo mirecitina, quercetina y epicatequina.
Respecto al potencial beneficio para la salud asociado al consumo de frutos de murtilla, éste queda aún totalmente por investigarse. Lo existente, si bien de interés, se limita al uso de extractos de hojas de la murtilla. Dichos extractos, ricos en polifenoles y otros fitoquímicos (incluyendo varios compuestos volátiles), son antioxidantes y de acuerdo a estudios publicados por Suwalsky et al. (2007), extractos de hoja de murtilla protegen la membrana de eritrocitos humanos contra el daño lítico inducido oxidantes como HClO. Finalmente, Delporte et al. (2007) observaron en ratones sometidos a algia (dolor) térmica y química, que extractos de hoja de murtilla tienen una interesante actividad analgésica.
Calafate
En el caso del calafate (conocido no solo como Berberis microphylla sino también como Berberis Buxifolia), se trata de un berry nativo de la Patagonia de Chile y de Argentina. En inglés, este fruto es conocido como barberry. En relación a su composición química, en 1973, Pomillo fue el primero en identificar diversas antocianinas en el fruto, empleando entonces para ello cromatografía en papel. Los polifenoles detectados fueron: peonidina-3-glucosido, malvidina-3-rutinosido, malvidin-3-glucosido, petunidin-3-rutinosido, petunidina-3-glucosido, peonidina-3-rutinosido-5-glucosido, delfinidin-3-rutinosido, delfinidina-3-glucosido, petunidina-3-rutinosido-5-glucosido, y petunidina-3-gentobiosido. Tal identificación (no cuantitativa) sugirió que las antocianidinas darían cuenta de la mayor parte de la riqueza polifenólica de estos frutos. Tres décadas más tarde, Ruiz et al. (2011), mediante el uso de la técnica de HPLC-MS, dieron a conocer el perfil y la composición polifenólica del calafate. Además, lo hicieron comparando dicho fruto con el maqui y la murtilla. Los resultados muestran que la mayor parte de los polifenoles del calafate se encuentran bajo una forma conjugada, es decir, como glicósidos, principalmente como antocianinas del tipo 3-glucosidos. En términos comparativos, el contenido de antocianinas y de flavonoles fue muy similar entre el calafate y el maqui.
Sin embargo, en el calafate, el nivel de flavan-3-oles fue superior. La Base de Datos del sitio www.portalantioxidantes.com da cuenta por primera vez del valor ORAC de este fruto. Dicho valor resultó ser el más alto entre todas las frutas frescas analizadas, incluso superando ligeramente al de maqui. Al respecto, cabe destacar que la diferencia a favor del calafate en términos ORAC se presenta a pesar de que este fruto muestra un contenido de polifenoles totales alrededor de 28% menor al del maqui. Esto último sugiere que los polifenoles existentes en el calafate serían de mayor actividad antioxidante que los presentes en el maqui. Sin embargo, los potenciales beneficios para la salud que pueden suponer el consumo de maqui o de calafate esta garantizado por el muy alto tenor polifenólico que ambos berries presentan, y que los ubica lejos por sobre la mayor parte de los frutos consumidos por la población, incluyendo aquellos berries que son ampliamente consumidos en el hemisferio norte. El potencial de los berries del sur, incluyendo a la murtilla, es muy promisorio y amerita, de parte de los investigadores y agro-emprendedores, un mayor y inmediato compromiso.